Los desafíos a los que se enfrentan las ciudades son los mismos a los que se enfrenta el mundo. Partiendo de esta premisa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella ha expuesto el modelo por el que ha apostado Madrid para afrontar esos retos, dentro de la sesión "El futuro del desarrollo urbano", incluida en la agenda de la segunda jornada del Foro Económico Mundial, en el que se dan cita más de 40 jefes de Estado o Gobierno, y 1.500 responsables de las grandes compañías internacionales.
La sesión ha reunido a regidores, líderes del sector empresarial y expertos para analizar los distintos modelos que han adoptado las ciudades a la hora de hacer frente a la realidad cambiante de los problemas urbanos.
En esta puesta en común de experiencias y soluciones, Ana Botella ha informado de las aportaciones que ha hecho Madrid para responder al reto de ser una ciudad inteligente. Entre ellas, Botella se ha centrado en tres: el nuevo sistema de contratación, la apuesta por la movilidad inteligente y el uso eficiente de los recursos. Tres medidas con un denominador común, la innovación.
La estrategia de Madrid ha sido aunar los esfuerzos tanto públicos como privados y sumarles el talento de los emprendedores, con un objetivo: hacer más con menos. Con esas variables, el Ayuntamiento madrileño ha implantado un nuevo modelo de contratación para los servicios públicos esenciales como limpieza, alumbrado y conservación de calles y parques. Solo seis contratos integrales han sustituido a más de un centenar vigentes hasta ese momento, con el consiguiente ahorro de 98 millones de euros anuales.
Ese modelo incluye también un nuevo sistema de control de calidad, en la que los pagos están vinculados a la calidad en la prestación de los distintos servicios.
"Las ciudades inteligentes son también las más ecológicas", ha constatado la alcaldesa. De ahí el esfuerzo en pos de la calidad del aire que se ha traducido en la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero en más de un 16%, con respecto al año 2008. Y en mayo, el Gobierno de Ana Botella comenzará con la regulación del estacionamiento viario con criterios basados en la emisión de contaminantes de los vehículos y los volúmenes de tráfico.
También en la línea de la sostenibilidad, la Ciudad de Madrid cuenta con una red de agua reciclada, cuyos ahorros anuales equivalen al consumo de agua de una ciudad de 80.000 habitantes.
En materia de tratamiento de residuos, la capital española ha sido pionera en la implantación de un sistema de transformación de los residuos urbanos en electricidad y gas, que lleva aparejada la reducción de 300.000 toneladas al año de emisiones de CO2.