Cambio de planes en Barcelona. Las fincas de la calle de Sant Pere Més Alt, 13b, 15 y 17 y de la calle de Amadeu Vives, 2-8, que ahora admiten el uso hotelero, adecuarán su función a las necesidades actuales del distrito. El vecindario y las entidades sociales de Ciutat Vella se han opuesto reiteradamente a la construcción de un nuevo hotel en el corazón del barrio.
La Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha acordado dejar sin efecto la calificación urbanística vigente, un hecho motivado por el rechazo frontal del vecindario y las entidades del barrio a la construcción de un nuevo hotel en Ciutat Vella.
El Plenario municipal había pedido ya en dos ocasiones, en el año 2010 y el año 2016, la revocación del planeamiento que otorgaba el uso hotelero a los inmuebles. Devolver la calificación de equipamiento docente a las fincas del entorno del Palau de la Música permitirá priorizar las necesidades del distrito con respecto al futuro uso que se pueda derivar y que se tendrá que adoptar entre las partes implicadas.
«No habrá un hotel en el corazón de Ciutat Vella, tal como el vecindario ha reivindicado y como dice el Plan especial de alojamientos turísticos, que determina que esta zona tiene que ser un espacio para vivir con dignidad» ha manifestado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz.
La edil también ha destacado la importancia de la coherencia urbanística. «Se recupera un equipamiento para el barrio y tenemos que desarrollar actuaciones para unirlo a las necesidades del vecindario», ha destacado.
El acuerdo, que consiste en una modificación del Plan general metropolitano (MPGM), revierte una MPGM anterior, del 2009, que otorgaba uso hotelero a las fincas del entorno del Palau de la Música.
El mismo año, sin embargo, coincidiendo con la intervención judicial en el Palau, la nueva dirección de la entidad desestimó la construcción de un hotel adyacente, decisión que la dejaba sin motivación.
La nueva MPGM seguirá ahora el trámite a la Comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad y al Consejo Plenario Municipal antes de aprobarse definitivamente en la Subcomisión de Urbanismo de Barcelona de la Generalitat.