Que no se pueden hacer las viviendas pensadas inicialmente, pues bueno, por lo menos hacemos un gran centro comercial. No se trata de si es necesario o no. Se hace y punto. Así de simple se explica la reordenación urbanística que finalmente se va a acometer en la zona de Las Lagunas de Rabassa, en Alicante.
Adiós a Viviendas Sociales del Mediterráneo, y bienvenida a Alicante Avanza, la sociedad que acaba de solicitar a la Generalitat Valenciana la declaración de Actuación Territorial Estratégica (ATE) para tramitar la llegada de Ikea a la ciudad, como motor de un megaproyecto comercial de 300.000 metros cuadrados, en el que la multinacional sueco ocuparía casi la mitad.
El cambio del proyecto viene motivado por la anulación, por motivos medioambientales, del anterior Plan Rabassa por parte del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, que pretendía desarrollar un PAI en una superficie de 4 millones de metros cuadrados, y cuya principal finalidad era desarrollar vivienda social.
Con las Actuaciones Territoriales Estratégicas se agilizan los procedimientos y se rebajan las exigencias urbanísticas. En este caso, además del macrocentro comercial, se pretende ocupar el espacio con un indefinido parque tecnológico. Para evitar que los tribunales intercedan en el asunto, los promotores han cambiado la orientación física del emplazamiento. Se ha escogido la fachada de la A-7, incluyendo todas las Lagunas de Rabasa, en lugar de elegir la avenida de la Universidad, por los problemas de tráfico que generaría esa implantación comercial.
Alicante Avanza forma parte del Grupo Urbanika, cuyo accionista mayoritario es el Grupo Cívica.También son socios de referencia Bankia, La Caixa (por la absorción de Banco de Valencia) y la inmobiliaria Espacio.
En sus fallos, el alto tribunal autonómico concluía que el Ayuntamiento de Alicante había vulnerado la Ley de Contratos, que el Plan Rabasa no contaba con los recursos hídricos suficientes y que la Generalitat Valencian se saltó un paso medioambiental para acelerar su tramitación.
Ahora la Conselleria de Economía tendrá que emitir un informe sobre el impacto del centro comercial y remitírselo a Infraestructuras. La inversión prevista es de unos 250 millones de euros y creará 2.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
Para las asociaciones ecologistas, convertir una zona húmeda, aunque no incluida en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana, como son las Lagunas de Rabassa en una zona verde de esta ATE atenta contra esos valores ambientales.