Madrid. Suma y sigue. La chapuza urbanística del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid vuelve a quedar en evidencia. A los 21 ámbitos declarados nulos por haber sido planificados sobre suelos no urbanizables, se une ahora otra sentencia judicial que pone entredicho la viabilidad de un proyecto, la Operación Chamartín, en el que BBVA y la constructora San José llevan tres lustros intentando sacar adelante.
Pues bien, además de la crisis del mercado inmobiliario, para tirar hacia adelante con este desarrollo habrá que superar lo que acaba de dictar la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de Madrid al estimar parcialmente la demanda de anulación del Acuerdo del Pleno de Ayuntamiento de Madrid que aprobaba el plan de ‘Prolongación de la Castellana’, conocido como ‘operación Chamartín’. La denuncia había sido interpuesta por el estudio de arquitectura Muñoyerro Asociados.
El Tribunal ha anulado este plan urbanístico, entre otros motivos, porque en él se contemplaba la construcción de edificios de más de cuatro alturas, algo que impide expresamente la Ley del Suelo, en vigor desde 2007 en la Comunidad de Madrid.
La ‘operación Chamartín’ estaba diseñada por el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Fomento, Renfe, Adif y BBVA y en ella se pretendía soterrar las vías de la estación del tren, prolongar el paseo de la Castellana y la Línea 10 del Metro para construir 17.000 viviendas.
Otro asunto sobre el que deberá pronunciarse la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo si, como es de esperar, tanto los dos promotores privados como el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, interponer el correspondiente recurso de casación.
La ‘Operación Chamartín’ incluye la construcción de 18 rascacielos y múltiples edificios residenciales para albergar los más de 15.000 pisos que estaban previstos y que también superan las dos alturas que se indican en la sentencia.
Contempla el desarrollo del eje de la Castellana, con el soterramiento de las vías férreas que aún permanecen en la superficie y el levantamiento de todo un barrio en torno a una zona que alberga el complejo Cuatro Torres y que también iba a contar con un centro de convenciones cuya construcción se encuentra detenida. La zona se completaría con la nueva sede del BBVA, la que el pasado fin de semana fue pasto de las llamas.
La sociedad encargada de ejecutar el proyecto es Desarrollos Urbanísticos Chamartín (DUCH), participada en un 75% por Grupo San José y en un 25% por BBVA.