Covadonga G. Quintana y Oscar Herrando Susarte crearon hace dos años plug&go, una empresa de arquitectura corporativa diferente. «Nuestro servicio está orientado a generar experiencia de cliente dentro del espacio de trabajo, restauración y retail. Esto que puede verse como un intangible, es realmente medible. El bienestar de un empleado en su puesto de trabajo incrementa su productividad en un 68%. En el caso de restauración y retail, la repetición del cliente viene motivada no sólo por el producto sino por la experiencia que vive dentro del espacio», explican.
plug&go es una empresa de arquitectura corporativa que busca ofrecer a las empresas, a través del diseño de su oficina, nuevas herramientas que permitan incrementar la productividad, captar y retener talento y crear un entorno de bienestar. Trabajan como una consultoría, «creamos una solución integral desde la concepción del espacio, proyecto, gestión de licencias, obra llave en mano, traslados y gestión del cambio», explica Covadonga, socia de la empresa, con una trayectoria profesional avalada como directora de negocio en diferentes consultoras inmobiliarias y SOCIMIS; así como multinacionales de gran consumo, telcos y big four. Oscar Herrando, el otro socio de plug&go, cuenta con dilatada experiencia en el sector del mobiliario de oficina.
¿Por qué decidieron crear plug&go? «Desde nuestras respectivas posiciones, en el sector inmobiliario, vimos la oportunidad de un nicho de mercado que no se cubre actualmente en España. Las empresas de arquitectura corporativa de Londres, París y las principales capitales de Europa eran compañías especializadas en nuevas formas de trabajo y bienestar. Nadie duda que un Smartphone nos permite trabajar desde cualquier sitio sin embargo no se repara en el espacio de trabajo. Esas compañías de arquitectura investigaban y desarrollaban espacios de trabajo, que junto con la tecnología asociada, permitía desarrollar un nuevo modelo de implantación. En España, se conoce «el argumentario», pero nadie lo realiza porque los equipos no tienen consultores especialistas en modelos de negocio, tienen sólo técnicos. Nosotros, vimos que nuestro valor diferencial era ese, conocer los modelos empresariales y ser capaces de entender el negocio desde un punto de vista de procesos y personas y definir el espacio desde estos ejes y no al revés. En nuestro caso, no ser técnicos nos permitía abordar el proyecto desde una nueva perspectiva: «ponernos en los zapatos de un cliente que quiere mejorar su negocio, captar mejores profesionales, retener a los mejores, colaborar, innovar en procesos, posicionar la marca, integrar una fusión?Y el espacio de trabajo es una herramienta que permite abordar estos objetivos».
En la actualidad, llevan proyectos de oficinas entre 50 y 500 trabajadores. Lo que se puede traducir en operaciones de 300 a 7.000m2. Pero lo que realmente define su target no es el volumen de m2, sino el punto de encuentro con un cliente: «que busque a través del diseño crear una nueva forma de trabajar y ser más operativo, además de sentir que su cultura u valores de empresa se traducen en un diseño ad-hoc. No es un tema de m2, sino de compartir filosofía».
También están realizando el diseño de varios restaurantes y espacios retail desde su visión de «experiencia de cliente», creando manuales de estilo que se pueden replicar en esquemas de franquicias.
Las start-up son protagonistas también en su portfolio de proyectos; «necesitan de un partner que entienda su negocio, su flexibilidad y sobretodo se sitúe en un capex de implantación contenido que no reste en diseño y buenas ideas». Comparten una visión del mercado muy parecida a nosotros. Un emprendedor no quiere un proveedor mediocre para su nueva sede, quiere alguien que entienda su negocio, hable su idioma y sea capaz de aportar innovación. Nosotros damos el servicio y las garantías de los grandes, con la cercanía y coste de los pequeños».