Hace casi un año el Ministerio de Fomento anunció la puesta en marcha de un plan para la reconversión de los faros para su uso como hoteles, restaurantes o centros culturales. Se planteaba que, respetando su valor patrimonial, se concedieran concesiones dando entrada al capital privado para que, en lugar de solo generar coste, estos faros revertieran también ingresos para las arcas del Estado.
Los grupos hoteleros o los empresarios tendrían que hacer una propuesta de explotación de uno o varios faros. Este documento sería analizado por un equipo técnico de Puertos del Estado, en colaboración con los expertos de la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento en cuyo término municipal se ubique el faro. Una vez recibido el visto bueno se elevará al Consejo de Ministros, que autorizará la concesión.
Pues bien. La medida no acaba de tener la acogida esperada. Muchas sociedades y particulares se han dirigido a las respectivas autoridades portuarias para recabar información, sobre todo en Baleares y Galicia. Pero al conocer la letra pequeña, la mayoría decide no seguir adelante.
No se trata de un concurso público, por lo que el que llegue con una buena oferta se queda con la concesión por un tiempo máximo de 35 años, ampliable hasta 50. Pero la concesión supone la asunción, durante todo el tiempo que dure la gestión de estas instalaciones, de dos tasas, la de ocupación, por el 8% de la valoración de los terrenos, y la de actividad, variable en función del rendimiento del negocio.
De momento, solo tres ofertas se han recibido con visos de salir adelante, dos en Alicante (los faros de San Antonio y de la isla de Tabarca) y una en Lugo, el Illa Pancha, en la localidad de Ribadeo.
Puertos calcula que el mantenimiento de los faros le cuesta 9,5 millones al año. Una carga que se compensa con la tasa de ayudas a la navegación. En cuanto a los edificios sin uso (las antiguas residencias de los fareros), en la mayoría de los casos, se mantienen en un estado que no amenaza ruina.
La Red Litoral de Ayudas a la Navegación Marítima está formada actualmente por un total de 547 ayudas, de las que 187 son faros. El servicio de señalización marítima que presta la Red Litoral tiene un coste directo medio anual estimado de unos 9,5 millones de euros, que es financiado por las Autoridades Portuarias, a través de la tasa de ayuda a la navegación.
En la actualidad, están en actividad los siguientes usos en los faros: centros de interpretación/arte/exposiciones en 28 faros; centros culturales y de formación en 12 faros; centros de investigación, laboratorios/observatorios en 5 faros; cafeterías/restaurantes en 7 faros; y acuario en un faro.