La Agencia Europea de Medio Ambiente acaba de publicar su último informe sobre el grado de cumplimiento de los Estados Miembros de la Unión Europea respecto a los recortes de las emisiones de gases de efecto invernadero, el impulso a las energías renovables y la eficiencia energética de cara a cumplir con los objetivos medioambientales comunitarios ‘2020’.
Los últimos datos, de hace dos años, ya atisban que España incumplirá sus objetivos de recorte de emisiones de CO2 y de aportación de las renovables en el mix energético si no toma medidas urgentes para cambiar esta tendencia, y que solo cumpliría en el objetivo de eficiencia energética.
En lo referente al recorte de emisiones contaminantes, sin embargo, España, al igual que Alemania, Luxemburgo, Polonia, Austria, Bélgica, Finlandia e Irlanda, "son estados miembros que no están bien encaminados para cumplir sus objetivos" en 2020. Tendrían que diseñar y aplicar nuevas medidas o utilizar los mecanismos de flexibilidad para lograr sus metas.
En cuanto a la aportación de las energías verdes al mix de producción de electricidad en cada país, España, que había sido un modelo a seguir en toda Europa, empieza a perder posiciones en el nivel de cumplimiento de sus compromisos. No ha logrado, dice el informe de la Agencia, el objetivo que se fijó en su plan nacional para 2012 y muestra progresos insuficientes para alcanzar la meta de 2020.
El informe no recoge aún los efectos provocados por las medidas aplicadas por el Gobierno de Rajoy en la reforma energética, que ha asestado un duro golpe al desarrollo y los ingresos de las energías renovables. Ha habido muchos días en los últimos dos años que más del 50% de toda la energía que se ha producido en España provenía de fuentes renovables, especialmente de la eólica, pero los expertos consideran que el hachazo aprobado por el Ejecutivo podría recortar esta aportación en un futuro.
La situación empeorará cuando la Agencia analice 2013 y 2014, por el efecto negativo que tendrá en España el ajuste renovable impuesto por el Gobierno. No porque la eólica no siga entrando en el mix, que seguirá haciéndolo dado que su aportación es obligatoria para el sistema y además muy necesaria, sino porque habrá tecnologías que dejarán de desarrollarse por el ajuste de los ingresos.
Fuentes renovables como la fotovoltaica o la termosolar están heridas de muerte para el futuro y su aportación prevista en el mix tendrá que revisarse a la baja. Esto influirá inequívocamente en la meta establecida, es decir, que el 20% de toda la energía producida en 2020 sea renovable.
La Agencia analiza periódicamente cómo evoluciona cada país, después de que se hayan relajado y flexibilizado los objetivos, que antes eran individuales y ahora son colectivos. Según el reparto interno acordado por la UE, España debe aumentar la cuota de energía que consume de renovables hasta el 20% en 2020 y recortar un 10% las emisiones de sectores como el transporte, la vivienda o la agricultura respecto a los valores que tenía en 2005.