Madrid. Habrá una caída del crecimiento en el mercado de las energías renovables si la Unión Europea no adopta ahora más medidas para reducir los costes e impulsar la inversión. Por ello, se está en camino de conseguir el objetivo de obtener el 20% de su energía a partir de fuentes renovables en 2020, objetivo que forma parte de la estrategia para combatir el cambio climático.
Es el lado bueno, el uso de más energía eólica, solar, hidroeléctrica, mareomotriz, geotérmica y fuentes de biomasa que posibilite una menor dependencia de las importaciones de energía, además de impulsar la innovación y el empleo. Sin embargo, la industria es prudente a la hora de invertir más en energías renovables. Hay incertidumbre sobre la futura política de la UE y los costes no descienden rápidamente. Si el precio de la energía renovable sigue siendo mucho más elevado que el coste de los combustibles fósiles, su crecimiento en el mercado disminuirá después de 2020.
Un informe de la Comisión sobre las energías renovables analiza las distintas formas de reducir los costes mediante un planteamiento más coordinado e iniciar un proceso para desarrollar las políticas de la UE a partir de 2020.
Los costes pueden reducirse favoreciendo la competencia dentro del mercado de la energía de la UE. Las subvenciones a los combustibles fósiles deben suprimirse paulatinamente y deben revisarse los impuestos sobre la energía para impulsar la inversión en tecnologías de baja emisión de carbono. Al mismo tiempo, la ayuda a las energías renovables debe reducirse o eliminarse gradualmente para incentivar a largo plazo la competitividad de este sector con otras fuentes de energía.
Para reducir los costes también conviene reformar los programas nacionales de ayuda, que deben simplificarse y armonizarse dentro de la UE, con la consiguiente reducción de gastos administrativos para la industria.
La UE debería impulsar la producción de energía eólica y solar donde sea más barata, como hacen las empresas en el caso de otros productos y servicios. Los países de la UE podrán entonces comprar energía eólica o solar de otro país, de fuera o dentro de la UE, a un precio menor del que obtendrían si desarrollaran sus propias fuentes renovables.
La Comisión ha iniciado el proceso de elaboración de opciones políticas para después de 2020 que aumenten la inversión y reduzcan los costes. La elaboración de una política ahora animará a la industria a realizar el tipo de inversión a largo plazo necesaria para desarrollar fuentes de energía renovables. El año pasado, la UE publicó su hoja de ruta para una economía baja en carbono, que abarca todos los sectores de actividad. También está confeccionando planes específicos para determinados sectores económicos, como la Hoja de Ruta de la Energía para 2050.