Desde la puesta en marcha, en julio del 2016, del plan de choque contra las viviendas de uso turístico (HUT) ilegales, el Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado ha cerrado 2.355 alojamientos, y continúa el trámite para cerrar 1.800 más.
Además, este verano se reedita la campaña «Fair Tourism BCN» para informar y sensibilizar tanto a la ciudadanía como a los visitantes sobre los perjuicios de esta actividad ilegal sobre todo el mundo.
En total, se han abierto 10.635 expedientes y se han impuesto 5.503 sanciones, cinco veces más que las del período 2014-2016. Las órdenes de cese han pasado de las 663 del 2014 a las 4.148 desde el 2016.
Por zonas, los expedientes iniciados se distribuyen fundamentalmente en L’Eixample (3.193) y Ciutat Vella (2.920), seguidos de Sant Martí (1.220), Sants-Montjuïc (1.042) y Gràcia (939).
Al margen de esta acción, se han inspeccionado 81 edificios enteros sospechosos de ejercer actividad turística de forma generalizada; un total de 21 residencias de estudiantes, también con actividad turística, y 61 pensiones ilegales que, bajo el paraguas del alquiler de habitaciones, alquilaban la totalidad de las habitaciones.
Aparte de la acción sancionadora, el equipo de más de 100 inspectores y visualizadores sigue trabajando para confirmar que los pisos cerrados no reincidan, para detectar si hay más y para perseguir las redes organizadas que gestionan más de un alojamiento.
Paralelamente, se continúa trabajando con las plataformas de alquiler vacacional en la mesa de trabajo conjunta que ya contaba con Homeaway, Booking, TripAdvisor, Rentalia y Apartur, y a la cual recientemente se incorporó Airbnb.
Actualmente se sigue trabajando para que el Consistorio pueda acceder a los datos de los usuarios dados de alta a partir del 1 de junio pasado.