Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, se ha salido con la suya en el pulso que mantenía con el fondo KKH. Finalmente, el edificio del Deutsche Bank, en la estratégica esquina del paseo de Gracia con la avenida Diagonal, no albergará el hotel de la cadena Four Seasons que el fondo pretendía abordar tras comprar el inmueble en julio de 2014.
¿Y ahora qué? De momento, no se sabe nada, aunque todo apunta a que finalmente será un proyecto residencial con apartamentos de lujo lo que se acometa en el inmueble. No obstante, todavía no hay ninguna propuesta en firme y el Ayuntamiento de Barcelona ya avisa de que, cuando llegue, se estudiará para ver si se ajusta a la normativa urbanística y se someterá al debate participativo de los vecinos del barrio.
KKH Property Investors había adquirido el edificio del paseo de Gracia para acometer una inversión cercana a los 100 millones destinada a promover un hotel de cinco estrellas con un gran espacio comercial.
El inmueble cuenta con 17.000 metros cuadrados distribuidos en 20 plantas sobre rasante, y es uno de los pocos edificios de altura en esta zona de la Ciudad Condal, principalmente formada por edificios arquitectónicamente significativos, de cinco o seis plantas. Dispone, además, de un segundo cuerpo de seis plantas, adyacente e integrado con la torre de 20 plantas de altura, en el que el fondo pretendía ubicar un espacio comercial emblemático para una gran marca internacional.
El fondo tenía previsto iniciar la inversión en obras de transformación a continuación de la salida del inmueble de los dos arrendatarios existentes para las oficinas y el espacio comercial, a finales de 2016. Pero tras la llegada a la alcaldía de Ada Colau todo se fue al garete con la moratoria a dar más licencias para hoteles y el bloqueo a la modificación del Plan General.
No obstante, KKH deberá esperar al fin de la suspensión de licencias hoteleras, que también ha paralizado los permisos de apartamentos turísticos. Por eso, el fondo jugará con los tiempos del contrato del actual inquilino, el bufete de abogados Cuatrecasas, que vence en 2016, para entonces iniciar las obras, siempre que la moratoria no se prorrogue un año más.
Habrá que ver si los números cuadran, ya que no es lo mismo comprar un edificio singular con la vista puesto en su reconversión en hotel, que transformarlo en un espacio residencial con viviendas de lujo.