Instalar piscinas portátiles sin evaluación técnica previa puede comprometer la seguridad del edificio, advierte el Colegio de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid). Un modelo común puede alcanzar más de 3 toneladas de peso, lo que supone una sobrecarga considerable para terrazas, balcones o patios que no han sido diseñados para soportarla. Las consecuencias van desde grietas y deformaciones hasta colapsos parciales que ponen en peligro a residentes y viandantes.
El Colegio recuerda que estos riesgos no se limitan a pisos altos: patios con estancias subterráneas también pueden verse afectados. Por ello, CAFMadrid recomienda siempre solicitar un informe firmado por un técnico competente, seguir las instrucciones del fabricante y comunicar la instalación a la comunidad de propietarios si procede. Además, es aconsejable contratar un seguro que cubra posibles daños. En colaboración con otras entidades del sector, el colegio difunde también las recomendaciones técnicas sobre piscinas desmontables en terrazas, balcones y azoteas.
¿Cuánto peso soporta una piscina portátil de tamaño medio?
Más de 3.000 litros de agua, lo que equivale a más de tres toneladas de peso estructural.
¿Qué medidas deben tomarse antes de instalarla?
Informe técnico previo, notificación a la comunidad, seguir las recomendaciones del fabricante y contratar un seguro.
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Con la llegada del buen tiempo, el Colegio de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid) advierte sobre los peligros que puede conllevar la instalación de piscinas portátiles en terrazas, balcones o patios sin comprobar previamente la resistencia de la estructura del edificio.
Aunque este tipo de piscinas han proliferado, su uso indebido puede representar un riesgo importante para la seguridad estructural de todo el edificio.
Según datos del CAFMadrid, una piscina de tamaño medio —por ejemplo, 2 metros de diámetro y 1 metro de profundidad— puede contener más de 3.000 litros de agua, lo que equivale a más de tres toneladas de peso sobre una superficie que, en muchos casos, no ha sido diseñada para soportar dicha carga.
Desde el Colegio se insiste en que colocar una piscina sin consultar con un técnico cualificado puede provocar grietas, deformaciones estructurales e incluso colapsos parciales, comprometiendo la seguridad de los residentes y del propio edificio.
Además, esta institución insiste en que el riesgo no se limita solo a alturas: “En patios o jardines también pueden surgir problemas si debajo existen garajes, trasteros u otras estancias cuyas cubiertas no han sido calculadas para soportar cargas adicionales”, manifiesta Manuela Julia Martínez, presidenta del CAFMadrid. “En consecuencia”, añade, “antes de instalar una piscina portátil, es importante que el propietario encargue un estudio firmado por un técnico competente, en el que se garantice la correcta instalación”.
También es aconsejable seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a capacidad, nivelado y ubicación, e informar a la comunidad de propietarios cuando se trate de una zona común o que pueda afectar a otros vecinos.
Y, por último, concluye la presidenta del CAFMadrid, “es recomendable contratar un seguro que cubra cualquier incidencia que pueda suceder, ya que si una piscina instalada en una terraza, después de comprobar que esta puede soportar el peso, se rompe accidentalmente, tendremos 3.000 litros de agua arrasando lo que se encuentre en la terraza hacia la calle con el peligro que ello conlleva para los viandantes”.