Pese a que este tipo de pregunta es habitual sea el año que sea, es cierto que la situación económica y los cambios del sector parecen vaticinar que habrá un movimiento sostenido en ambos casos.
Atendiendo a las cifras de este final de año, tras la nueva legislación hipotecaria, en la que se buscaba una mayor transparencia, la firma de viviendas ha bajado hasta un 30% en el último periodo anual, algo que dejará las firmas en niveles de 2018.
Esta nueva legislación, que seguía la estela de la europea, busca, sobre todo, una mejor comprensión por parte de los contratantes, donde el banco ya está obligado a hacer un test de solvencia e informar acerca de las amortizaciones futuras en supuestos de distintos escenarios económicos, pero también le obliga a compaginar agenda con las notarías para las dos visitas necesarias antes de poder firmar la compra.
«Es cierto que es bastante más engorroso que anteriormente todo el proceso, pero sin duda, por los clientes que conocemos y a los que hemos ayudado con las mudanzas, llegan a la firma más tranquilos y conscientes de sus derechos y obligaciones» explican desde la empresa de mudanzas Anyvan.
Además, el precio de las viviendas apenas ha incrementado con respecto al año anterior algo menos del 5%, lo que ha permitido a muchos poder hacer con tiempo las cuentas y buscar la financiación sin la oscilación de precios y que, comprados con la época pre-burbuja, son casi un 40% más bajos.
A este escenario del sector inmobiliario en la compra venta, se suma además el incremento de los precios del alquiler, lo que hace a muchos decantarse por pasar por el notario para formalizar la transacción en vez de apostar por el alquiler.
Las mudanzas en Madrid, en el caso de viviendas en alquiler en su capital, han visto como, al contrario que en otras Comunidades Autónomas, el incremento del precio ha sido muy superior, llegando a pagar casi un 40% más que hace cinco años. Por el contrario, si los precios se ajustan a la realidad económica social de la zona, en pocos días podría estar con inquilinos. De ahí ya depende la oferta y demanda, algo cambiante casi cada mes.
Esto ha supuesto un gran problema, sobre todo, para quienes quieren independizarse y ven cómo las cuentas en según qué ciudades no salen.
«Muchas veces cuando les acompañamos en su proceso de mudanza nos lo comentan. España sigue teniendo arraigada la idea de la propiedad y para acabar pagando las letras a otros, prefieren lanzarse a la búsqueda de vivienda propia. Esto no pasaba hace 10 años, cuando el alquiler era la principal opción de los jóvenes para salir de casa de sus padres. Ahora en la mayoría de los casos comparten vivienda con pareja, amigos o compañeros» comentan desde la empresa de mudanzas.
Por eso, según las tendencias que cierran el presente año, 2020 será el año en el que vuelva a incrementarse la cifra de venta frente a un crecimiento más sostenido del alquiler. Aunque con la nueva formación de gobierno, puede que existan una nueva batería de medidas que incentive el alquiler y cambie el escenario actual.