En dos artículos anteriores hemos hablado de las diez ventajas que la Formación profesional inmobiliaria (Fpi) tenía para el agente comercial inmobiliario y también de las otras diez que tenía para la empresa en la que trabajaba. Ahora, nos toca hablar de las ventajas para el sector inmobiliario.
Tras la devastación económica que hemos sufrido, habrá que: a) evitar los vicios inmobiliarios en los que caímos, b) seguir haciendo las cosas que bien hacíamos, y c) apostar por otras nuevas, pues la regeneración del sector así lo exige.
Y entre las “nuevas” herramientas, se encuentra la nueva Formación profesional inmobiliaria (Fpi).Veamos ahora cuáles pueden ser sus beneficios.
Ya hemos listado las ventajas principales que existen en ella, tanto para los inmobiliarios de a pie como para las organizaciones en las que trabajan, así que no las repetiremos aquí. Solo anotaremos que, por serlo para los indicados, también lo son para la sociedad en la que ellos viven. Y así, anotaremos que las dos primeras ventajas que la Fpi ofrece al Sector Inmobiliario son:
1) Es un sistema que producirá profesionales muy formados. Y un sector con gente preparada y capaz, obtendrá resultados muy diferentes de los que actualmente consigue.
2) Es un sistema que facilita la disponibilidad de empresas en las que el Conocimiento especializado sea uno de sus valores intangibles reconocidos.Un sector con abundantes empresas de Conocimiento es la respuesta competitiva a los desafíos actuales. Y nunca ha de olvidarse que la competitividad de las mismas es consecuencia del nivel de formación y destrezas de sus empleados.
Pero además, otros varios aspectos deben de ser destacados:
3) Prestigio. Si algo le falta al sector… es buena fama. Y una forma de ir recomponiéndola es contar con comerciales y empresas que pongan, realmente, su interés en el beneficio del consumidor. Su comportamiento y atención personal ante el cliente facilitará la percepción amistosa de los clientes potenciales. Y sobre esto se insiste adecuadamente en la FPi.
4) Normalización. En un país cainita como el nuestro, que los contenidos de la formación profesional sean homogéneos en todo el país y que los profesionales formados a través de ese sistema puedan ejercer en cualquier parte de España, es todo un milagro. Aprovechémoslo.
5) El sistema presenta un Telar de Conocimiento inmobiliario excelente. La relación de contenidos que se han dispuesto en la Cualificación, y sobre todo en el Certificado de profesionalidad, constituyen un índice breve de los contenidos extensos con los que deben ampliarse. Hay que suponer que los encargados de elaborar los contenidos no se limiten a “cubrir el expediente” sino que aprovechen la ocasión para dotar de textos excelentes a la Cualificación.
6) El sistema proporciona oportunidades de negocio en torno a la nueva formación profesional. Rota la exclusividad de patronal y sindicatos mayoritarios sobre la impartición de formación para el empleo, esas y otras organizaciones dedicadas a la enseñanza profesional en general, entrarán en una lid competitiva que no puede sino ser buena para el sector. (En un próximo artículo que titularemos: Valor de la Fp para una organización astuta, mostraremos los caminos que podrían emprenderse en este caso.)
7) Formación Dual. El sistema rompe la tradicional, espesa y angustiosa separación entre teoría y práctica. La Fp combina contenidos teóricos con los prácticos, enseñando a “hacer cosas” y “a saber hacer y saber estar”, sin quedarse solamente en el plano puramente teórico del “saber cosas”. Debe recordarse aquí que un cierto número de contenidos formativos de nuestra cualificación inmobiliaria, figuran en los módulos formativos bajo el título de: Capacidades cuya adquisición debe de ser completada en un entorno real de trabajo.
8) Financiación del Sector: aunque la formación del sector ha sido siempre el patito feo del estanque, las nuevas aguas que nos inundan hacen que la formación pase a ser una tarea estratégica para el sector. Y por tanto, la necesidad de formación y su rentabilidad, tiene que reconsiderarse. Nótese bien que en el sector, la formación está subvencionada de muchas formas ―esto es, que el coste para el mismo de esa educación, la paga otro, el Estado y las Comunidades Autónomas― y que es muy posible que nuevos fondos del Ministerio de Trabajo aparezcan y se dirijan hacia actividades mixtas de formación y empleo.
9) Su función de “rompemitos” tampoco será pequeña y contribuirá a la mejora del sector inmobiliario. A medida que se vaya implantando, el sector irá terminando irremisiblemente con hábitos tales comoque “cualquiera, pueda ponerse a trabajar sin tener la cualificación requerida para el puesto, desde el primer momento” o como los de selección de personal: “nadie pregunta ¿y usted qué ha estudiado? refiriéndose a contenidos específicamente inmobiliarios”. El valor de los Certificados de profesionalidad irá en aumento y el sector dejará de ser receptor de personas sin cualificación.
10) La formación sacará de la ciénaga de la infraformación a muchos desempleados. Los parados podrán ―y en algunos casos de programas duales, con ayuda económica incluso― incrementar significativamente su empleabilidad. Siempre habrá fondos para cambiar el desempleo por empleo cualificado.
Estas son las diez principales razones por las que deseamos un futuro feliz a la Fpi.
(Pero cuando ya daba esto por terminado, he recordado un comentario de un amable lector que acerca de esta nueva iniciativa de formación, venía a decir que: “Qué pena que llegue tarde”. Ya he comentado lo del retraso en otro lugar, pero yo no siento pena, es lo que hay, ha llegado cuando ha llegado y, ahora, nosotros los supervivientes de la mayor hecatombe inmobiliaria de la historia, debemos seguir caminando entre los escombros de lo que ha sido nuestro sector, Y no veo mejor bastón que la formación.)