Mientras el mercado espera con interés el informe de un experto independiente para que cobre plena validez el acuerdo de refinanciación de 792 millones de la deuda de Realia – firmado el pasado 26 de julio entre la promotora y las cinco entidades financieras que se mantienen en el Sindicato Bancario–, uno de sus accionistas de referencia, Bankia, no ve nada claro el futuro del grupo inmobiliario. Y eso que en juego está la futura venta de su casi 27% de capital que posee para cumplir con los compromisos ligados a su rescate financiero.
Pero la situación es la que es, y el mercado sigue sin confiar en que la actividad promotora de la compañía presidida por Ignacio Bayón, con el lastre financiero que soporta, pueda levantar el vuelo. Hasta ahora, los ‘brokers’ bursátiles externos venían recomendando vender y bajar el precio objetivo muy debajo del euro por acción.
Pero ha sido precisamente un ‘broker’ de la propia Bankia el que ahora no ha podido mantener ese precio en casi 1,3 euros y se ha visto obligado a bajarlo, ante las evidencias, a 0,79 euros. Un precio por encima del margen de 0,67 euros en el que se venía moviendo la cotización desde el anuncio del referido acuerdo y en el que FCC, el otro accionista de referencia, valoraba al finalizar el pasado ejercicio su 30%.
Reconociendo Realia a ese precio, Bankia viene a decir que estaría dispuesto a vender su participación por menos de 60 millones, aunque tal y como están las cosas si alguien llegara con 50 tampoco se le harían ascos. Ni mucho menos, a pesar de las minusvalías adicionales que habría de soportar.
De salir finalmente el acuerdo de refinanciación adelante, ya sin la sujeción inicialmente prevista de la condición suspensiva de la capitalización del préstamo participativo, se lograría alargar el vencimiento de los 792 millones del sindicado hasta el 30 de junio de 2016, con un margen pactado de interés de 200 puntos básicos, de los que 150 se capitalizarían como deuda.
Además, Realia se comprometería a negociar con terceros la obtención de fondos suficientes para acometer el pago en metálico de la deuda, en un porcentaje significativo, estando previsto que las entidades bancarias que pertenecen al Sindicato puedan llegar a aceptar activos inmobiliarios en pago del resto, hasta amortizar la totalidad de la deuda.