Madrid. Que la Reina Roja Inmobiliaria está de los nervios es algo conocido pero no tanto como los “bajonazos” que en este espectáculo de “sálvese el que pueda” se aplican los unos a los otros. Pero en ocasiones ese “tirar a degüello” no sólo es público sino que tiene una amplísima cobertura mediática. Esto es lo que ha ocurrido tan sólo hace unos días cuando la consejera delegada de Bankinter, doña María Dolores Dancausa, saltó al ruedo para criticar la reestructuración del sistema financiero que se está realizando en España que, entre otras, ha calificado de "bastante penosa". Pero de esto y del resto de su reciente entrevista en TVE puede usted encontrar abundantes referencias en otros medios, por lo que no insistiremos en los contenidos de sus declaraciones.
Aquí tan sólo haremos referencia a lo de “la competencia desleal” que menciona. Como habrá leído, la inyección de 23.500 millones de euros de dinero público que se pretende hacer en Bankia es criticado por la señora Dancausa ya que dada la desmesura de su montante, Bankia podrá hacer fuertes inversiones en publicidad –"de hecho ya lo está haciendo", recalcaba la número dos de Bankinter- podrá “tirar los precios de los inmuebles” y todo eso generará "competencia desleal", dado que el resto de sus competidores al carecer de esos recursos no podrán imitar. Lo que viene a significar que de producirse esa inyección de dinero en Bankia, la libre competencia entre las distintas entidades que conforman la Inmobanca española –la Reina Roja Inmobiliaria- desaparecería, al existir un competidor enormemente favorecido por la ayuda pública frente al resto, sometidos a ese abuso.
No he visto entre los Medios que han informado sobre este asunto a nadie que vaya más allá de la cita de esa reflexión de la señora Dancausa pero nosotros sí vamos a hacerlo, así que veamos: ¿Un miembro de los Señores del Dinero quejándose de la competencia desleal de uno de los suyos? ¿Una entidad de crédito quejándose porque uno de ellos disfruta(rá) de una posición privilegiada respecto de sus iguales en la venta de sus activos tóxicos? ¿Se trata de una situación de competencia desleal porque uno de ellos disfrutará de ventajas que otros competidores no podrán?…
¿Dónde he oído yo algo parecido?… !Ah, ya, ya creo recordar! Hay quién dice que existe un país –el nuestro, precisamente- en el que las entidades de crédito abusando de su posición de dominio (pues pueden vender y conceder crédito para la compra de sus inmuebles cuando sus competidores, el resto de comercializadores inmobiliarios, promotores, intermediaros y particulares, no pueden hacer nada más que 'intentar' vender), no sólo no se quejan sino que, impasible el ademán, consideran que eso es lo que debe de ocurrir en un mercado en el que la libre competencia es considerada como un bien indiscutible y que, por tanto, en ello no hay nada reprochable. Al fin y al cabo este es un juego para triunfadores en el que los perdedores… pierden, claro está.
No diré yo que, en la venta de Inmuebles, la actuación de la Inmobanca española sea un ejemplo rotundo de abuso de posición dominante, sino lo que anoto es que las declaraciones de la Sra. Dancausa a este respecto, no son sino un ejemplo moderno del viejísimo precepto bíblico que nos señala lo fácil que es ver la paja en el ojo ajeno y lo difícil que es ver la viga en el propio pues lo de Bankia, podrá ser importante y causa de enojo para algunos pero la gran extinción de la comercialización de inmuebles por parte de la iniciativa privada española que estamos sufriendo es mayor y más destructiva… y apenas sí ha suscitado sino algunas postales airadas, perdidas ya en la Nube del Olvido.
Así que, puede que la “paja” de Bankia altere la competencia entre entidades bancarias –eso está aún por ver, pues no es sólo dinero lo que está en juego y puede que ni con la inyección señalada, aquella entidad pudiera entrar en la competencia desleal que teme la Sra. Dancausa- pero lo que ya está ocurriendo es que la causa número 1 de la desaparición de empresas inmobiliarias –la “viga”- hay que situarla también en la competencia extrema y en ocasiones abusiva de algunas entidades de crédito en la venta de inmuebles, a la que los inmobiliarios y particulares no hemos podido resistir y que ha conducido a la quiebra de numerosísimas empresas y personas. (Que la quiebra ni se considere cuando el negocio es bancario y sólo afecte al resto de emprendedores es algo que sí tiene nombre, no es bueno ni biensonante… pero hoy no toca hablar de ello.) Así que sólo nos queda reiterarnos en que los inmobiliarios hemos perdido, apenas nos quejamos… ¡y encima no nos sacan en la tele!
Y a esperar que los bellos ojos de la Sra. Dancausa perciban con claridad la situación, la pondere e influya para que los Señores del Dinero -sus iguales- empiecen a hacer fluir el crédito hacia los supervivientes de esta situación… ¡Ah! y tampoco estaría mal que la Inmobanca cambiase las conductas propias de comercialización inmobiliaria que ha seguido durante estos casi cinco años de crisis -y que algunos "impíos" podrían considerar fracasadas- y trasladen sus ventas de activos hacia los agentes y comercializadores profesionales supervivientes de esta Gran Extinción Inmobiliaria en la que estamos. Sus homólogos USA así lo hacen y parece que les va bien… a todos, así que…¡esperamos sus encargos!
Miguel Villarroya Martín