Madrid. La Sociedad Pública de Alquiler (SPA) del Gobierno Central quedó defenestrada hace dos semanas, cuando el Consejo de Ministros decidió su liquidación. Pero no en todos los sitios creen que un vehículo de características similares tiene porqué no responder al objetivo clave de impulsar la vivienda en alquiler.
En el País Vasco parecen entenderlo así. Acaban de crear el Programa de Intermediación en el Mercado de Alquiler de Vivienda Libre ASAP (Alokairu Segurua, Arrazoizko Prezioa) para facilitar que las viviendas privadas se incorporen al mercado del alquiler a un precio asequible para los arrendatarios, con un periodo de vigencia inicial que se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2018.
Será el propio Ejecutivo vasco, a través del Departamento de Vivienda, el que garantizará a los propietarios el cobro de las rentas, la defensa jurídica y la reparación de desperfectos mediante la contratación de las pólizas de seguro necesarias para cubrir estas contingencias. Entre 2012 y 2013 se confíá en obtener una bolsa de unas 3.000 viviendas.
A cambio de las garantías ofrecidas a los propietarios, el Gobierno fijará los precios máximos de los alquileres y garantizará precios más bajos y competitivos que los del mercado libre, con rentas de entre 400 y 650 euros, según el municipio en el que se ubique la vivienda. Podrán alquilar todas aquellas personas que tengan unos ingresos anuales ponderados entre 7.000 y 39.000 euros.
Se incorporaran automáticamente como demandantes del Programa las personas inscritas en el Registro de Solicitantes de Vivienda que soliciten vivienda en alquiler y que carezcan de vivienda en propiedad, derecho de superficie o usufructo durante los dos años inmediatamente anteriores a la fecha de celebración del contrato de arrendamiento, queestén empadronados (al menos un miembro de la familia en el País Vasco), que tengan ingresos anuales entre 7.000 y 39.000 euros, y que la renta de las viviendas no supere el 30% de sus ingresos.
Para poder ser incluidas en el programa, las viviendas serán de precio libre, deberán contar con licencia de primera ocupación, reunir las condiciones generales de adecuación estructural, constructiva y de habitabilidad, con cocina y baños amueblados, y, claro, no estar alquiladas
Los propietarios deberán, por su parte, atribuir en exclusiva la gestión de la vivienda al Agente Colaborador que la haya captado, incluidos el depósito y la cancelación de las fianzas de los contratos de arrendamiento, y retribuirle con una mensualidad de alquiler correspondiente al primer contrato de arrendamiento de la vivienda, que se devengará en el momento de la firma del mismo.
La mitad de una mensualidad del alquiler correspondiente a cada uno de los contratos de arrendamiento posteriores al primero que se formalicen sobre la vivienda con el mismo arrendatario, que se devengará en el momento de la firma de cada uno de dichos contratos.
Una mensualidad de alquiler correspondiente a cada uno de los contratos de arrendamiento posteriores al primero que se formalicen sobre la vivienda con un arrendatario distinto, que se devengará en el momento de la firma de cada uno de dichos contratos.
Para articular el programa, se ha creado una Red de intermediadores homologados que actuarán como Agentes Colaboradores. Su homologación pasa por ser Agente de la Propiedad Inmobiliaria o ser persona, física o jurídica legalmente constituida que, sin estar en posesión de título alguno, ni pertenecer a ningún colegio oficial, cumpla las condiciones establecidas por el artículo 3 de la Ley 10/2003, de 20 de mayo, de medidas urgentes de liberalización en el sector inmobiliaria y de transportes, para el ejercicio de la actividad de intermediación inmobiliaria.
