Madrid. La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, ha visitado hoy las obras de rehabilitación y restauración de la Colegiata de Santa María la Mayor, en Talavera de la Reina. Se trata de una actuación de recuperación del Patrimonio Arquitectónico en la que el Ministerio de Vivienda ha realizado el 100% de la inversión, que asciende a 1.204.360 €.
Corredor ha comprobado, con las explicaciones del arquitecto que ha dirigido los trabajos, la total recuperación de este templo tras la consolidación de las fachadas y las cubiertas, el acondicionamiento del Claustro y de la Puerta de los Apóstoles y la restauración e instalación de vidrieras. La Ministra de Vivienda ha estado acompañada en esta visita por el presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Jose María Barreda, el alcalde de Talavera de la Reina, Jose Francisco Rivas y el Arzobispo de Toledo Braulio Rodríguez, entre otros.
La titular de Vivienda ha señalado que “el esfuerzo inversor que el Ministerio de Vivienda hace en el patrimonio arquitectónico es muy importante, máxime teniendo en cuenta que la coyuntura actual nos obliga a priorizar sobre el destino que damos a los recursos públicos”. No obstante, Corredor ha recalcado que “asumir esta inversión es muestra del importante valor que concedemos a la recuperación de nuestro legado arquitectónico” y, a la vez, ha recordado que se trata de una inversión que contribuye a la creación de empleo y a la reactivación de la economía.
Los trabajos de rehabilitación de Santa María la Mayor
Las obras de recuperación y restauración de este templo considerado gótico-mudéjar (siglo XIV), pero que presenta elementos renacentistas y del Barroco tardío (su construcción finalizó en el siglo XVIII) han abarcado tanto el exterior (fachadas y paramentos), como el interior. Además, y previa a las obras, se desarrolló una intervención arqueológica para investigar todos los aspectos del edificio.
La actuación más destacada de toda la rehabilitación ha sido la demolición de la cubierta inclinada de las naves laterales y la construcción de una nueva cubierta, esta vez, plana, con lo que se han podido recuperar y ampliar los ventanales del triforio de la nave central. En estos ventanales se han instalado nuevas vidrieras de alabastro, con lo que se ha conseguido aportar una nueva luminosidad al interior.
Pero también sobresale la restauración de las vidrieras, y, en concreto, del rosetón, situado en el segundo cuerpo de la fachada occidental.
Respecto al Claustro, la rehabilitación ha consistido en acristalar las arcadas de las galerías con el fin de separarlas del patio. Un patio que ha sido solado de granito y que mantiene un brocal de piedra colocado sobre un pozo.
En cuanto a la consolidación de las fachadas, los trabajos han abordado la recuperación de los paramentos originales, es decir, cornisas, arbotantes, contrafuertes, así como el ladrillo mudéjar y la mampostería de la época.