La economía española afronta un escenario desafiante en 2024, marcado por un déficit que superará los 50.500 millones de euros. Pese al notable aumento de los ingresos tributarios, que se prevé crezcan en más de 38.000 millones, el gasto público proyectado incrementará en 35.400 millones, dejando una reducción del déficit de solo 2.600 millones. Estas cifras provienen de un informe presentado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), el cual analiza la situación de prórroga de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Un entorno fiscal en constante aumento
España ha experimentado un crecimiento significativo en la presión fiscal desde 2019, situándose como el país de la Unión Europea con el mayor aumento. Según el Instituto Juan de Mariana, los ingresos públicos han subido en 3 puntos porcentuales del PIB, mientras que el promedio de la Unión Europea apenas ha cambiado. Este repunte fiscal ha afectado la renta disponible de las familias, que ha disminuido en un 5,5% en los últimos años.
La tendencia al alza continuará en 2024, con un incremento de ingresos tributarios estimado en 38.000 millones de euros. No obstante, el IEE alerta que estos ingresos adicionales no servirán para reducir significativamente el déficit, ya que el gasto también crecerá de manera considerable. Los 35.400 millones de euros adicionales previstos en gasto incluyen incrementos en la remuneración de asalariados (8.200 millones), consumos intermedios (4.400 millones), pensiones (11.000 millones) y otros conceptos.
Preocupación por la prórroga de los presupuestos
La situación de prórroga de los PGE plantea desafíos importantes. El IEE califica esta situación de «extraordinaria y disfuncional», ya que los presupuestos vigentes no reflejan la voluntad de las actuales Cortes Generales, sino la composición de la anterior legislatura, que ha cambiado sustancialmente tras las últimas elecciones generales.
Además, el informe subraya la necesidad de un plan de consolidación fiscal que aborde los desequilibrios estructurales del presupuesto, especialmente en un contexto de alta inflación y elevado endeudamiento público. La inflación ha contribuido a mantener los ingresos públicos al alza, pero no ha conseguido reducir el déficit de manera significativa. Ante este panorama, el IEE resalta la importancia de establecer un marco fiscal sostenible que garantice la estabilidad económica en el futuro.