El sector de las infraestructuras ha tardado en incorporarse a la era digital tal y como muestra el Índice de Digitalización de McKinsey Global Institute, que sitúa la construcción entre los sectores menos avanzados en la adopción de nuevas tecnologías, un aspecto que impacta significativamente en la productividad del sector.
El estudio de McKinsey «Potencial de la Analítica Avanzada en la industria de Infraestructuras en España» revela como las empresas de infraestructuras españolas se enfrentan a circunstancias difíciles; Entre 2015 y 2018 su margen de EBITDA ha descendido en medio punto porcentual, que aunado con los retrasos de inversiones en el sector, ha provocado que muchas empresas de infraestructuras españolas hayan optado por apostar en mercados extranjeros, exponiéndose a nuevos riesgos, competencia y una base de contratistas fragmentada.
En este nuevo estudio presentado en el marco de la celebración del Barcelona Building Construmat 2019, McKinsey da claves para generar oportunidades entre las empresas de infraestructuras españolas para que revierta esta tendencia y aprovechen el poder de la Analítica Avanzada en cada etapa del ciclo de vida del proyecto.
«Los propietarios de proyectos pueden basar sus decisiones sobre inversión y mejorar las operaciones y mantenimiento de los activos a través del análisis de la información generada. Las empresas de construcción pueden realizar ofertas más adecuadas, llevar a cabo negociaciones basadas en datos con los subcontratistas y anticipar problemas en los proyectos antes de que surjan demoras y sobrecostes» explica Antonio De Gregorio, Socio de la oficina de Madrid.
Ingresar en la era del big data es un desafío, los principales líderes deben realizar cambios significativos en su estructura operacional, talento y cultura. Todo un reto teniendo en cuenta las grandes cantidades de información recopilada a lo largo de los años que es necesario reconciliar y analizar digitalmente para avanzar en la adopción de la tecnología de datos. Sin embargo, hay importantes beneficios en juego.
En palabras de De Gregorio: «Nuestra investigación sugiere que aprovechar métodos basados en datos puede generar ahorros en cartera de hasta un 15 por ciento: dinero que propietarios y operadores pueden reasignar a proyectos más atractivos».
El estudio identifica además las cuatro fases principales del ciclo de vida de los activos en las que las compañías de infraestructuras deberían explorar el uso de la Analítica Avanzada:
1. Planificación estratégica: Los propietarios de infraestructuras pueden aprender de experiencias en sectores adyacentes en los que las organizaciones están utilizando datos para estimular un mayor desempeño y mitigar riesgos a través de técnicas como la Planificación predictiva de capital o el Desempeño predictivo de ofertas de contratista.
2. Distribución de capital: La Analítica Avanzada puede ayudar a las compañías de infraestructuras a mejorar de manera significativa la eficiencia durante la fase de entrega del proyecto, permitiendo la Asignación optimizada de recursos y una mayor Visibilidad de los riesgos de proyectos emergentes.
3. Operaciones: Analizar los datos puede ayudar a que propietarios y operadores de activos obtengan importantes incrementos en los ingresos derivados de servicios de infraestructuras como es el caso del Cobro dinámico de peajes o el análisis de las Tendencias de consumidores en aeropuertos.
4. Mantenimiento: Los propietarios de activos, de sectores público y privado, deben decidir continuamente si emplear el dinero en mantener un activo, reemplazarlo por uno mejorado, o adquirir un nuevo activo que cumpla un conjunto nuevo de requisitos, en este sentido, las técnicas como la Monitorización de activos a distancia permiten ganar eficiencia y reducir plazos en la toma de decisiones.