Realizar la declaración a través de asesorías en línea se posiciona como una de las opciones que menos quebraderos de cabeza trae al contribuyente.
Este 2016 pasará a la historia como el año en que la Agencia Tributaria mató al programa Padre para realizar la Declaración de la Renta. Afortunadamente, la Administración asume poco a poco las nuevas competencias y formas de intercomunicación e interacción -por ejemplo la tramitación web o las redes sociales-, consiguiendo incorporar a nuevos declarantes y reincorporar a los que siempre la consideraron ininteligible. Este año, con la eliminación del Programa Padre y la asunción del sistema Renta Web, la Administración digitaliza y populariza aún más las opciones para que todos los ciudadanos no fallemos a nuestra cita anual con el fisco. Sin embargo, ante lo novedoso del procedimiento y la imposibilidad de eliminar una barrera de legislaciones y documentación que siempre estará ahí, una nueva forma, una «cuarta vía», añadida a la autopresentación, el teléfono y la cita presencial, se ha presentado como la alternativa que menos quebraderos de cabeza trae al contribuyente. Esta forma alternativa de presentación consiste en hacerse con los servicios de un asesor online.
Por un lado, en esta modalidad existe la seguridad de que el profesional que se contrata tiene la formación necesaria para gestionar todos los trámites de forma telemática, ya que es su modus operandi habitual. Por otro, se elimina cualquier necesidad de desplazamiento por parte del usuario, incluso para aportar documentación. Y finalmente y, a pesar de tratarse de una modalidad no presencial, el contacto es directo y muy rápido gracias a los sistemas de mensajería moderna. Según nos comentaba Israel Quílez, responsable de Marketing de Txerpa.com Asesoría Online, «este año ha supuesto la explosión de la contratación del servicio de Declaración de la Renta on line. El usuario cada vez tiene menos tiempo pero se ha ido desarrollando la tecnología que le ayuda a que las tareas más burocráticas empiecen a no ser un problema en ese sentido y a no perder calidad en la prestación», nos indicaba. «A pesar de los esfuerzos por parte de la Administración, no se encuentra en ese punto de usabilidad y comodidad máxima, que es lo que quiere un ciudadano de a pie».
Por lo que parece, el avance de la Administración online ha sido importante pero no suficiente, a pesar de que este año será histórico para la Declaración de la Renta gracias a la implantación del sistema Renta Web. Sin embargo, es difícil eliminar los muros de lenguaje y procedimientos por la propia naturaleza de la actividad burocrática. Falta comprobar si en un futuro será posible.