Curioso, muy curioso, el hecho de que los 3,2 millones de consumidores energéticos que en 2015 cambiaron de comercializador, al final -en muchos casos, la mayoría, sin saberlo- acabaran siendo suministrados por el mismo grupo eléctrico del que, por motivos de deficiencias del servicio, habían decidido prescindir, como se desprende del Informe Anual de Supervisión de los Cambios de Comercializador correspondiente a 2015 que acaba de publicar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Un cierto contrasentido que viene propiciando por el hecho de que, además de distribuidora de electricidad, las cinco grandes empresas del sector (Endesa, Iberdola, Gas Natural Fenosa, EDP y Viesgo) cuentan con dos tipos de comercializadoras, la de referencia o COR, que es la que vende al precio regulado por el Gobierno, y otra que suministra en el mercado libre, según lo pactado. En este mercado no regulado, las empresas de Unesa compiten con otras 200 comercializadoras que están registradas.
Ahora, por primera vez, Competencia incluye en su informe el destino de los clientes que deciden cambiar su contrato. Un dato que demuestra claramente cómo la inmensa mayoría de los que son suministrados por una COR, el citado 77%, se pasa a la filial del mercado libre del mismo grupo eléctrico.
Según el informe del organismo supervisor, los mayores porcentajes de trasvase interno los registran las tres grandes: Endesa (con casi el 80%); Iberdrola (el 82,7%), ambas por encima de la media y Gas Natural Fenosa, con un 54,3%. Por tanto, mantienen a la mayor parte de sus clientes, a los que pasan de una filial a otra.
Cuando los domésticos, a través de descuentos generalmente sobre el término fijo de la factura, deciden pasar de la COR al mercado libre, dejan de pagar la luz conforme al Precio de Venta al Pequeño Consumidor (PVPC) regulado por el Gobierno.
Sobre esta tarifa no se pueden aplicar descuentos ni ofrecer los distintos servicios que sí incluyen las eléctricas del mercado libre. Con estos los que estas compensan dichos descuentos y que encarecen al final el recibo de los domésticos (los clientes con más de 10 kW de potencia contratada no tienen derecho al PVPC).
El año pasado, las solicitudes fueron superiores a las activadas finalmente, si bien, en algo más del 90% fueron aceptadas. La tasa media de rechazo de los cambios solicitados en 2015 fue del 8,2%.
Este disminuye si se trata del mismo grupo, en el 6,4%, según la información de la CNMC. Por el contrario, los cambios entre las grandes eléctricas o los solicitados por comercializadoras independientes es mayor y va en aumento: el 10,4% y el 9,5%, respectivamente. La que registra los porcentajes de rechazo más altos cuando se lo piden las independientes, es Gas Natural Fenosa (un 16,1%) y sus competidoras (12,3%), frente a las peticiones entre sus filiales (7,4%).
El informe de la CNMC señala que el principal motivo para rechazar el cambio (40%) es que no coincidan los datos de CIF o NIF del contratante con los que figuran en los registros de puntos de suministro.
En el mercado del gas, con un volumen de cambios menor que en la electricidad (847.000, frente a 3,2 millones), el porcentaje de movilidad de un comercializador regulado a otro del mercado libre del mismo grupo es también inferior al de la luz: un 51% frente al 77%. Encabezan los mayores porcentajes Iberdrola, EDP y Endesa.