En cumplimiento de la ampliación de capital no dineraria llevada a cabo a finales de 2015, el Banco Santander, el BBVA y el Popular, accionistas de Metrovacesa, han aportado a la inmobiliaria más de 130.000 metros cuadrados de superficie, distribuidos en un total de nueve inmuebles en Madrid y Barcelona, cuya comercialización se espera comenzar en breve.
Con la incorporación de estos activos, la cartera de oficinas de Metrovacesa se eleva a unos 650.000 metros cuadrados de Superficie Bruta Alquilable, coincidiendo con la recuperación que el mercado de alquiler de oficinas viene registrando en el último año en las principales capitales, donde ya se están alcanzado niveles de ocupación anteriores a la crisis, y también se percibe un ligero incremento de las rentas.
De los nueve edificios, siete se localizan en la Comunidad de Madrid y dos en Barcelona. En Madrid, Metrovacesa ha incorporado tres complejos de oficinas de Alcobendas (Minparc I y II y Vegacinco), otros dos en Pozuelo de Alarcón (Parques Empresariales Ática XIX y Cerro de los Gamos), uno en Las Rozas (Edificio Al Andalus), y otro más, el Parque Empresarial Trianón, en la Vía de los Poblados de la capital.
En Barcelona, la inmobiliaria más antigua de España se ha hecho con el parque empresarial Cityparc, compuesto por 3 edificios que suman 2.369 metros cuadrados, ubicados en la carretera entre Hospitalet de Llobregat y Cornellá, y con el inmueble ubicado en el número 458 de la Avenida de Diagonal, de 4.033 metros cuadrados.
La cesión de estos activos se enmarca en la ampliación de capital que el Banco Santander, con el 72,5% del capital de la inmobiliaria, BBVA, con el 19,4% y Popular, con el 8%, llevaron a cabo el pasado mes de diciembre por un importe de 1.004 millones de euros, con prima de emisión incluida.
Por medio de la misma, el Santander ha derivado hacia Metrovacesa activos -básicamente provenientes de Banif- valorados en unos 730 millones de euros, el BBVA ha aportado inmuebles por unos 195 millones y el Popular ha hecho lo propio con activos en renta por 80 millones.
De esta manera, capitalizan el negocio patrimonialista de la inmobiliaria y, además, logran reducir la exposición inmobiliaria de sus balances consolidados.