Lo prometido es deuda, y, como habían prometido nada más llegar a la alcaldía, los responsables del Ayuntamiento de Madrid, han puesto en marcha la Oficina de Intermediación Hipotecaria.
Si tienes problemas para pagar tu vivienda habitual (no segunda residencia), exclusivamente situada en la capital y con un préstamo hipotecario no superior a 300.000 euros que, además, no haya sido previamente reestructurado con la entidad financiera, con carencias y ampliación del plazo de amortización, estarías en condiciones de acudir a esta oficina para buscar asesoramiento.
El servicio es público, voluntario y gratuito, y es prestado por funcionarios del Ayuntamiento y por profesionales expertos en intermediación con entidades financieras de la Fundación Notarial Signum.
El objetivo es trabajar en un doble sentido, mediación para evitar que las personas se queden en la calle y trabajo social de fondo para ayudar a las familias. En primer lugar, se tratará de buscar soluciones para que las familias afectadas puedan conservar sus viviendas y, si esto no fuera posible, la segunda opción pasaría por buscar alternativas de alojamiento.
Lo primero que hará la Oficina de Intermediación Hipotecaria es realizar un estudio sobre la capacidad económica del solicitante, intermediará con la entidad financiera por personal cualificado y si fuera necesario la familia tendrá atención social.
Para abrir los expedientes, los interesados deberán acudir a la Oficinas con el DNI de los miembros de la unidad familiar, el Libro de Familia, la escritura de compra y del préstamo, un documento actualizado de la entidad financiera sobre el estado del préstamo, un certificado de ingresos o declaración de la renta de todos los miembros de la unidad familiar y de los titulares del préstamo, detalles de otras deudas, notificaciones judiciales recibidas y cualquier otra documentación que se considere necesaria para la intervención hipotecaria.
En relación con este asunto y la publicación en algunos medios de que se pudiera realojar en hoteles a personas desahuciadas, el Ayuntamiento ha salido al paso para señalar que el asunto se basa en la salida a concurso de la prestación de alojamiento temporal para situaciones de emergencia social.
Algo que se viene haciendo desde 1990 por parte del consistorio, de cara a proporcionar comida y alojamiento en un hostal de manera provisional a personas que han perdido su vivienda por un siniestro o alguna situación de desalojo accidental. En 2004 se comenzaron a regularizar contratos formales con varios hostales para que hubiera plazas reservadas de antemano. El 30 de septiembre finaliza uno de los contratos en vigor y se ha activado el procedimiento para reemplazarlo.
Estas plazas no están destinadas específicamente a personas desahuciadas, sino a quienes sean derivadas por el Samur Social. Es un recurso complementario a los centros de acogida y a los dispositivos residenciales y una práctica habitual en muchas ciudades que cuentan con servicios para emergencias sociales.
