No se puede decir que la operación que acaba de firmar FCC, al convertir un préstamo participativo de 57,6 millones otorgado a Realia en 2009 por acciones de la promotora, haya sido muy rentable. Todo lo contrario, aunque da la sensación de que con tal de salir de la inmobiliaria cuanto antes todo vale.
Lo hacen comprando 30 millones de acciones por el doble de lo que ahora cuestan en el mercado. De hecho, con la capitalización bursátil actual de la inmobiliaria, la nueva participación de FCC, elevada del 30% al 36,8%, apenas sería de 90 millones de euros. Cantidad que refleja el paupérrimo negocio realizado.
Falta por ver ahora si Sareb, el banco malo sigue los mismos pasos, y se convierte en accionista de Realia. En principio, se dijo que sí, luego que no, y ahora desde la sociedad dirigida por Belén Romana no saben no contestan.
De hecho, en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Realia indicaba que Sareb no había manifestado su intención respecto a la capitalización de su préstamo participativo. Un préstamo del que el banco malo es titular porque se lo traspasó Bankia en 2012, y que, de convertirlo en acciones, le otorgaría un 8,8% del capital social de la promotora.
Toma esta decisión FCC tras anunciar, junto con Bankia, el inicio del proceso de venta de sus participaciones en la compañía inmobiliaria encomendado al banco estadounidense Goldman Sachs. La salida de los dos accionistas de referencia de Realia se enmarca en una operación a tres bandas, dado que la propia inmobiliaria alcanzó el compromiso con sus bancos de buscar nuevos inversores que aporten fondos a la empresa.
Mientras tanto, la deuda de Realia se mueve a gran escala en los mercados. Sareb está a punto de anunciar el traspaso al fondo Fortress de una cartera de deuda, con un nominal de 440 millones de euros. El comprador de este paquete, por unos 200 millones de euros reales, se colocaría en una posición privilegiada para hacerse con el control de la empresa ante las anunciadas salidas de sus dos socios de referencia, FCC y Bankia.
Entre enero y septiembre, Realia perdió 17,3 millones de euros, un 20% más que un año antes, debido a las mayores provisiones aportadas para cubrir la galopante depreciación de activos.