Las entidades financieras españolas se hicieron las remolonas a la hora de decidir qué hacer con los millones de metros cuadrados de terrenos que, tras la crisis, han ido acabando en sus manos. Solares con promociones a medio hacer o sin movimiento alguno sobre los que había que tomar una decisión.
Por ello, a partir de 2010, con más o menos entusiasmo, decidieron que algo había que hacer. Que si había oportunidades de dar salida a estos activos, pues adelante. Lo hicieron de una manera muy selectiva. Solo con aquellas promociones o suelos situados en las mejores zonas de las ciudades, con demanda y con escasa oferta.
La consecuencia de aquella iniciativa se ha empezado a ver ya con la finalización de algunas actuaciones, donde, por norma general, llama la atención el alto precio que tienen estas viviendas, lo que provoca que las ventas no sean todo lo rápidas que se esperaban.
Y es que no estamos en este caso ante operaciones al contado, como dicen por ahí que se están dando a mansalva en la costa. Aquí, el ‘a tocateja’ resulta inviable y no queda otra que acudir a la financiación. Es verdad que los bancos dan todas las facilidades para comprar sus casas, pero se mira con lupa la solvencia del cliente, exigiéndole todas las garantías y más.
Así, encontrar en la Comunidad de Madrid una vivienda nueva promovida en suelos de las entidades financieras no resulta fácil. En el centro de Madrid, imposible. Altamira-Santander, en la calle Trafalgar, pide 270.000 euros por un estudio de 50 metros, y el resto de pisos llegan a ofrecerse por hasta casi 1,4 millones, menos de la mitad de lo que cuestan las viviendas promovidas en la calle de Velázquez, 29.
Entre las promociones financiadas por BBVA que quedaron a medio terminar y que la entidad decidió acabar con vistas a que un inversor se interesara está la situada en la zona de la avenida de Europa, en Pozuelo de Alarcón. Un proyecto en el que se embarcó la inmobiliaria Lualca en 2005 tras pagar casi 46 millones de euros por un terreno municipal donde levantar menos de 100 viviendas. Hagan las cuentas y ustedes mismos verán el alcance del marrón.
Tampoco resultan muy asequibles las viviendas promovidas por el Popular en suelos que entraron en su balance tras su fusión con el Banco Pastor. En Mindanao House, el proyecto que aborda su fase final de construcción en el solar que dejó vacante el antiguo hotel, en el paseo de San Francisco de Sales, todavía existen disponibles cerca de 70 de los 170 pisos, con precios mínimos de 400.000 euros para estudios de 58 metros cuadrados. En otra promoción ya entregada en Boadilla del Monte, los chalés que restan por vender parten de 550.000 euros.