Madrid. El Ayuntamiento de Madrid, presidido por Ana Botella, sigue dándole vueltas al tema de aumentar la recaudación fiscal. Hasta ahora, los edificios de la capital, catalogados dentro del Patrimonio Histórico, estaban exentos de pagar el Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) si sus propietarios lo solicitaban y cumplían los requisitos, pero, a partir de este año tendrán que hacerlo. Menos que el resto de los mortales, pero más de lo que venían aportando hasta ahora. O sea, nada.
Son en torno a los 30 millones de euros los que el Consistorio capitalino dejaba de ingresar por esta exención, que afecta a casi 12.000 inmuebles. El cambio le viene a Madrid y al resto municipios de manera sobrevenida, motivado por la modificación de la Ley 16/2012 aprobada por el Gobierno.
La única consideración que se recoge en la norma es que los Ayuntamientos pueden fijar una bonificación de hasta el 95%, de cara a proceder a su aplicación de forma gradual para no hacer un roto a la actividad económica que se desarrolle, si es el caso, en estos edificios.
Así, cualquier inmueble incluido dentro de ese catálogo del Patrimonio Histórico tributarán, ya en el presente ejercicio, al tipo general del 0,604%. Hablamos, por tanto, de unos ingresos que representan una tercera parte de lo que les correspondería aportar, en torno a 11 millones de euros.
En el caso de Madrid, la modificación de la Ordenanza Fiscal pasar en aplicar una bonificación del 80% en 2013 sobre ese tipo general, con lo que el cargo a aportar por los propietarios de medio millar de estos inmuebles estaría ligeramente por encima del millón de euros. Luego, ya, y siempre que la crisis económica no obligue a prorrogar esta bonificación, a partir de 2014 se equipararía el pago con lo que se aporta por el resto de edificios.