Madrid. Los datos recogidos en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013 en materia fiscal de vivienda encierran algunas curiosidades. Una de las más llamativas, los 750 millones de euros que se prevé ingresar tras el aumento del IVA para la compra de vivienda del 4% al 10%.
Analizando lo que encierra esa cantidad, el primer cálculo resulta bastante sencillo. El Ejecutivo estima que el próximo año el importe total de las transacciones por compra de vivienda nueva no irá más allá de los 7.500 millones.
Una cantidad que lleva a una segunda consideración a la vista de la evolución a la baja tanto de las compras y el importe de las mismas en los años precedentes y, sobre todo, de lo que está ocurriendo con el mercado en los seis primeros meses de 2012.
Un semestre en el que se han vendido 41.143 viviendas nuevas por unos 6.800 millones de euros, a una media de 164.000 euros por viviendas. Se tendría a final de 2012 algo menos de 100.000 viviendas vendidas por unos 13.500 millones de euros, con lo que el IVA recaudado, todavía en el 4%, sería de unos 550 millones de euros.
Pues bien, de acuerdo con las estimaciones de ingresos de 750 millones con el aumento del IVA al 10%, para que se vendan viviendas por 7.500 millones tienen que suceder dos cosas. O el número de viviendas nuevas vendidas se reduce a la mitad, en torno a 50.000 unidades a un precio medio de unos 150.000 euros, con una caída de un 10% respecto a este año, o cambiando el orden de los factores, un ligero descenso de las ventas hasta las 85.000 unidades debería llevar a aparejado un precio medio por debajo de los 90.000 euros, o, lo que es lo mismo, otro descuento adicional próximo al 50%.
En cualquier caso, sea un escenario o sea otro, lo que parece claro es que el sector inmobiliario va a seguir inmerso en una profunda crisis durante los próximos años, y el Gobierno, por su parte, lo único que habrá conseguido, si es que lo consigue, tras la subida del IVA en seis puntos, serán 200 millones más de recaudación por este concepto. No parece que el monto sea lo suficientemente significativo teniendo en cuenta los sacrificios que encierra su consecución.