Madrid. El problema de deshacerse de las cada vez más numerosas viviendas acumuladas es un asunto que trae de cabeza a bancos y cajas de ahorros. Es por ello que la mayoría de las entidades ha decidido coger el toro por los cuernos y, aprovechando la necesidad de proceder a realizar dotaciones adicionales ante posibles pérdidas, poner en el mercado numerosos inmuebles a precios cada vez más rebajados. Terminan una campaña promocional y empiezan con otra.
Entre lo ofertado hay de todo, pero cada vez son más numerosos esos pisos que casi nadie desea. A reformar, de pequeño tamaño, sin ascensor, en barrios periféricos alejados de los centros urbanos y con una antigüedad de entre 40 y 100 años. Muchos de los catálogos de las entidades están llenos de productos que obedecen a este perfil.
En el caso de BBVA, que cuenta en Madrid con una oferta disponible de 417 viviendas, a estrenar y de segunda mano, incluye una veintena como saldos, a partir de 50.000 euros, en las mismas zonas de Villaverde, Carabanchel y Puente de Vallecas. El gancho que utiliza son los 198 euros en que se quedaría inicialmente la cuota hipotecaria mensual, calculada para una financiación al 100% a un tipo del 4,04% el primer año y a un tipo de Euribor +1,678% para los 39 años restantes, con un cuota final del 30%.
“Piso de tres dormitorios, baño, cocina, salón-comedor, terraza, distribuido en varias alturas. Requiere actualización”. Es la vivienda más cara, de segunda mano, ofrecida en Madrid capital por el Banco Santander a través de su portal inmobiliario. Se localiza al sur de Carabanchel, en la calle de Aguilar del Río. Cuenta con 110 metros cuadrados y se ofrece por 170.000 euros. También financiable a 40 años, y una cuota mensual que se quedaría entre 517 y 606 euros, en función de que el diferencial del Euribor se fije en 0,65% o en 1,65%.
Como el resto de entidades, también la entidad presidida por Emilio Botín ha acumulado entre sus activos numerosas viviendas en esos barrios periféricos de Madrid, en muchos casos adquiridas por familias inmigrantes que, tras desencadenarse la crisis, no pudieron hacer frente al pago de los préstamos y se quedaron sin la casa tras la ejecución hipotecaria. El más barato, uno en quinta planta sin ascensor en el barrio de San Fermín, cerca del hospital Doce de Octubre. Dos dormitorios y 50 metros cuadrados por 53.000 euros.
Bankia, por su parte, dispone en Puente de Vallecas de viviendas ubicadas en fincas levantadas hace un siglo por 64.809 euros. Precio aparentemente elevado, que obedece a la reforma de calado realizada, con ventanas y persianas de aluminio, suelos de tarima, calefacción por acumuladores eléctricos y armario empotrado en dormitorio principal.