Budapest. La consultora de gestión de patrimonio inmobiliario Kategora –con oficinas en Bilbao, Londres, Dublín, Varsovia, Budapest y Bucarest– proyecta adquirir con otros socios locales un edificio actualmente en construcción en el centro de la capital húngara. Se trata del tercer edificio que Kategora gestiona en modo residencial en Budapest, una de las capitales europeas con mayor rendimiento por alquileres.
El edificio está situado junto a otro establecimiento residencial que la compañía gestiona en la zona desde el pasado verano, Semmelweis Residence, y que aloja a estudiantes universitarios extranjeros, siendo el primero de estas características abierto en la capital magiar.
El gran éxito alcanzado en esta anterior promoción –con un índice de ocupación del 100% en sus más de 50 apartamentos– ha llevado a los responsables de la consultora vasca a considerar su ampliación. Así, se proyecta un nuevo edificio de siete plantas completamente amueblados y con las mismas características y comodidades que el anterior y situado justo en frente de dicha residencia. Precisamente, su ubicación y servicios añadidos son claves en el éxito de ocupación.
Está a un paso de la Facultad de Medicina de la Universidad de Semmelweis, con unos mil estudiantes extranjeros matriculados al año. Además cuenta con zonas ajardinadas y de uso común (gimnasio, comedor, etc.), videoseguridad las 24 horas, parking y WiFi en el edificio.
Al igual que la residencia universitaria, el nuevo edificio se utilizará en régimen de apartahotel para aprovechar el “boom” turístico que vive la ciudad. Con ello se logrará una elevada ocupación de las viviendas durante todo el año, con lo cual aumenta la rentabilidad de la inversión inmobiliaria para sus clientes.
“Hemos detectado una operación inmobiliaria muy interesante en la zona que beneficia claramente a nuestros clientes”, explica Kepa Apraiz, socio director de Kategora. “Así, inversores españoles adquirirán 25 de los 92 apartamentos del edificio a precio de coste y con ello financiarán la finalización del edificio residencial; el resto de apartamentos se venderá en el mercado local con un suplemento cercano al 25%”.
Los nuevos apartamentos están totalmente amueblados y pueden comprarse por inversores españoles a partir de 60.000 euros, todo incluido. A su juicio, se trata de una cantidad “inferior a lo que cuesta en España una plaza de garaje”, que permitirá a los inversores una rentabilidad garantizada del 6% los dos primeros años, teniendo en cuenta los mayores rendimientos por alquileres de la zona.