Madrid. El sistema de construcción modular sostenible e industrializado Fabriq-21, desarrollado por NCM Sistemas Modulares y Q-21 Arquitectura, se caracteriza por un diseño flexible, bioclimático y ecológico. El prototipo Fabriq-21 incorpora en su fachada el panel arquitectónico exterior Vivix de Formica, beneficiándose de su extrema resistencia y alta eficiencia energética.
El prototipo Fabriq-21, de 32 metros cuadrados de superficie, constituye la unidad mínima de vivienda a partir de la cual se pueden añadir nuevos módulos que van ampliando sin límite el tamaño de la casa en función de las necesidades del usuario. Tal y como destaca la arquitecta Lucía Martí, del equipo técnico de Fabriq-21, “el prototipo es el germen de toda una serie de viviendas que, realizando pequeñas variaciones en la distribución y en los materiales, permiten fácilmente personalizar el resultado”.
Los módulos se realizan en fábrica e instalan en obra mediante un sistema ligero de construcción en seco. Además de cómo vivienda, son susceptibles de múltiples usos creando espacios como oficinas, escuelas, hoteles u otras instalaciones. Todas las construcciones se diseñan teniendo en cuenta las condiciones climáticas del entorno en el cual van a instalarse los módulos, de tal forma que aprovechan los recursos naturales disponibles (sol, vegetación, lluvia, viento…). En este sentido, aspectos como la orientación, protección solar, ventilación y aislamiento térmico son especialmente cuidados lo que, unido a la integración de energías renovables, permiten crear viviendas con un alto grado de autosuficiencia energética.
Por otro lado, Fabriq-21 apuesta por un concepto de vivienda ecológica en el que es posible sustituir partes de la casa, hacer ampliaciones o, incluso, desmontarla en caso de necesidad, obteniendo materiales no mezclados y reciclables: “FabriQ-21 propone un nuevo sistema de construcción que utiliza la industrialización abierta, y que se realiza mediante perfiles metálicos, paneles, y con uniones atornilladas, por lo que se logra un máximo aprovechamiento de los materiales y se genera un mínimo de material de desecho”, confirma Martí.
El prototipo incorpora el panel arquitectónico exterior “Vivix”, de Formica, que garantiza una resistencia al impacto, humedad, intemperie y los rayos ultravioletas hasta ahora inédita. Se trata de un panel rígido con superficie decorativa en ambas caras, compuesto por hasta 50 láminas de celulosa impregnadas con resinas termoendurecidas prensadas a alta presión y temperatura, al objeto de garantizar la máxima resistencia y durabilidad. Es inmune a la degradación por efecto de los rayos ultravioletas y las condiciones atmosféricas. Además de para fachadas, está concebido para aplicaciones exteriores tales como muros cortina, balcones, sofitos, celosías, contraventanas, parasoles, pantallas, vallas decorativas u otros elementos arquitectónicos singulares, pudiendo combinarse con otros materiales de recubrimiento. Es de peso reducido y no requiere mantenimiento.