Barcelona. La Junta General Ordinaria de accionistas de Inmobiliaria Colonial S.A, celebrada hoy en Barcelona, ha aprobado las cuentas anuales individuales y consolidadas de Inmobiliaria Colonial S.A. y de sus sociedades independientes del ejercicio cerrado a 31 de mayo de 2011. Los accionistas aprobaron también el paquete de medidas destinadas a restablecer el reequilibrio de los fondos propios de la compañía con una primera reducción del capital social en un importe de 1.452.627.516,31 euros y una segunda de 1.032.427.331,89 euros. Como última decisión destacada, la Junta aprobó también la agrupación (contra-split) y cancelación de las 22.591.407.700 acciones en que se divide el capital social, para su canje por acciones nuevas a emitir, en proporción de una acción nueva por cada cien preexistentes, así como la posibilidad de aumentar el capital, hasta la mitad de la cifra del capital social, en una o varias veces.
Juan José Brugera, presidente de Colonial, ha destacado en su parlamento ante los accionistas, que el año 2010 ha sido “de inflexión para la compañía”. El cumplimiento de los acuerdos de reestructuración, firmados en febrero de 2010, ha permitido recapitalizar y dotar a la compañía de una estructura financiera a largo plazo, en un proceso que Brugera, que ha incluido este análisis en su discurso, ha calificado de “pionero en el sector”. Con esta base financiera asegurada, “el grupo se ha concentrado en su negocio patrimonial y ha completado el saneamiento de su balance con el fin de prepararnos para el acceso a los mercados”, ha explicado Brugera.
En lo ordinario y en lo extraordinario
La disposición de Colonial para iniciar una etapa expansiva buscando el acompañamiento de los mercados es posible, según ha explicado Pere Viñolas a los accionistas, gracias a que la concurrencia de lo “ordinario y lo extraordinario”. Lo ordinario debido a la estabilización de los activos de edificios de oficinas en alquiler, que ya suben en mercados como París y se mantienen en España, los dos mercados en los que la compañía detenta los actuales activos de su negocio recurrente, valorados en cerca de 5.000 millones de euros; y lo extraordinario como consecuencia del cierre del proceso de refinanciación y de saneamiento del 100% de los activos no estratégicos de la compañía, que le permiten, según Viñolas, hacer aflorar los resultados positivos del negocio recurrente.
Estas medidas financieras y estratégicas se han visto finalmente acompañadas de una serie de pasos técnicos como la reducción de capital o el contra-split, aprobados en esta junta, que persiguen, según Viñolas, “normalizar la situación de Colonial en la bolsa, haciéndolo menos volátil y evitando los movimientos especulativos”. “Somos una compañía que busca un crecimiento a medio plazo y no nos interesan la fluctuaciones a corto sin una base real”, ha explicado Pere Viñolas, ante los accionistas.