Navarra. La planta de biomasa de Acciona, en la localidad Navarra de Sangüesa, ha servido de escenario a la reunión de expertos de diferentes empresas, universidades, centros tecnológicos y organismos públicos para evaluar la trayectoria del proyecto ‘On-Cultivos’, que, con sus 62 millones de inversión, representa el mayor esfuerzo público-privado que hasta ahora se ha acometido en España en el campo de la agroenergía.
Balance de un proyecto, iniciado en 2005 y que se prolongará hasta 2012, cuyo objetivo es que el actual bajo desarrollo de la producción agroenergética en España alcance un estado precomercial, definiendo y creando las condiciones que promuevan el mercado sostenible de esta alternativa.
En relación a este proyecto, Ana María Lancha, representante del Ministerio de Ciencia de Innovación en el proyecto, ha manifestado que “desde el Ministerio creemos firmemente en el futuro de los cultivos energéticos. En primer lugar como línea estratégica para la producción de energía; en segundo lugar por su impacto en el crecimiento del sector agrícola y desarrollo del medio rural, y por último, por su contribución al sector tecnológico de fabricantes de equipos y suministradores”.
Coordinado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), en el proyecto participan 22 asociados, con empresas como ACCIONA, Abengoa, Endesa o Guascor, organizaciones agrarias (ASAJA), universidades (la Politécnica de Madrid y la Pontificia de Comillas), y centros tecnológicos como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León o el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza, entre otros.
Entre otros aspectos, el proyecto estudia la viabilidad de la producción de biomasa con fines energéticos a nivel nacional tanto en regadío como en secano. A partir de aquí, se confeccionarán mapas de potencial y factibilidad agronómica, energética, económica y ambiental de los cultivos energéticos a nivel local en todo el territorio español.
El proyecto estudia específicamente las aplicaciones de la biomasa agrícola en generación de electricidad, en soluciones térmicas para el sector doméstico (calefacción), y en producción y utilización de biocarburantes para el transporte.
España cuenta con un gran potencial para el desarrollo de cultivos energéticos. Se estima que existen entre 1 y 2 millones de hectáreas de suelo agrícola y forestal susceptible de ser puesto en valor mediante cultivos energéticos, que podrían ampliarse hasta 2,5 millones en el año 2030, con los que llegaría a cubrirse aproximadamente el 16 por ciento de la demanda actual de energía primaria en nuestro país.