Todos los datos apuntan a que en España la situación del mercado inmobiliario está mejorando. Compraventas, hipotecas y aumento del número de visados para construir nuevas viviendas van en esa línea. No obstante, se trata de una situación coyuntural, sin muchos visos de que vaya a perdurar en el tiempo de manera sostenible. Y un dato lo viene a corroborar. Que los que deberían comprar vivienda por primera vez, apenas lo hace.
Esos jóvenes, en esa franja de edad de entre los 25 años -más o menos cuando terminan una carrera académica e inician una actividad profesional – y los 45, cuando ya se supone que están lo suficientemente asentados como para haber adquirido una casa, no pueden hacerlo, porque, en un porcentaje importante o están en el paro o trabajan en empleos que no permiten, ni por asomo, plantearse la compra.
Y si no adquieren casa este sector de la sociedad, la conocida como demanda natural de vivienda, quiénes lo hacen. En Solvia, la filial del Banco Sabadell, a la vista de las compras que se están realizando, aprecian que el 30% de las viviendas que se venden en España las compran jubilados, funcionarios o profesionales como inversión o para sus familiares. Compradores de 44 años de edad media y alta estabilidad económica, que paga al contado la mitad de las transacciones que realiza, sobre todo las de menor precio.
Otro 25% los extranjeros y el 45% restante de las viviendas serían adquiridas, en su mayoría, por familias que cambian de casa, o por esos jóvenes de hasta 44 años, que apenas están adquiriendo el 20% de las viviendas que hoy se están viviendo.
El perfil mayoritario del comprador -ese que no necesita la vivienda para su uso personal- está demandando la compra de casas grandes, en contra de la tendencia sociológica natural de la existencia de familias con tan solo uno o dos miembros.
Al margen el matiz de que los jóvenes no puedan acceder al mercado inmobiliario por su precaria situación laboral, los números están ahí para certificar que la situación ha mejorado claramente, incluso con subidas interanuales de precio de casi el 4%, como ha detectado Solvia entre enero y mayo de 2015 respecto al mismo periodo del año anterior.