Desde el 1 de agosto, los propietarios de las viviendas en París tendrán un límite para fijar las rentas a cobrar a los inquilinos. Ante la realidad de que el 60% de los parisinos vive de alquiler y que las rentas han subido un 50% durante la última década, la alcaldesa Anne Hidalgo ha puesto en marcha una medida para fijar un tope.
Tras comprobar los datos del Observatorio de las rentas de París (OLAP), que calcula los precios de referencia para los 80 distritos de París, agrupados en 14 áreas y 16 tipos de inmuebles, en función del número de habitaciones (estudio, dos, tres, cuatro habitaciones y más) y de la antigüedad del inmueble, se ha llegado a la conclusión de que no se podrá poner una renta que supere en un 20% la media de los alquileres para un determinado barrio.
A partir de aquí, el Ayuntamiento de París ha puesto en servicio, a través de su página web, un mapa interactivo que proporcionará una herramienta objetiva para medir si un alquiler es demasiado alto y, en ese caso, recurrir a la comisión departamental de conciliación para revisar el alquiler a la baja.
El límite se aplica a viviendas en alquiler, amuebladas o vacías, y para contratos de arrendamiento nuevos (con un nuevo inquilino) o renovados (con el mismo inquilino, pero con el nuevo alquiler con una renta excesiva).
De esta manera, desde este mes de agosto, los propietarios no podrán exigir un alquiler superior a la renta básica más ese 20%. Y, además, no podrá aumentar el alquiler entre dos inquilinos sucesivos más allá de lo que fije la actualización del índice de renta de revisión.
Un nuevo inquilino que se encuentra que su renta es superior a la renta media podrá impugnarla dentro de los 3 años siguientes a la firma del contrato de arrendamiento, a través de la comisión de conciliación del alquiler.
Existen algunas excepciones a la nueva norma. No se aplicará para las casas nuevas o que hayan estado vacantes más de 18 meses. En estos casos, los precios podrían subir más allá del índice de revisión alquiler.
