A pesar de algunos reveses y de algún que otro sonoro retraso, como el del tren de alta velocidad entre Rio de Janeiro y Sao Paulo, la interminable licitación de obras en Brasil en la que anda embarcado el Gobierno brasileño sigue siendo un bocado lo suficientemente apetitoso como para que las empresas españolas se mantenga ojo avizor con todo lo que, en materia de nuevas infraestructuras, se refiere.
Aena y las empresas constructoras españolas Ferrovial y OHL no consiguieron la concesión para gestionar los tres principales aeropuertos (Guarulhos-Sao Paulo, Viracopos (Campinas) y Brasilia), que atienden el 30% del flujo de pasajeros en Brasil, pero se les ha abierto una nueva oportunidad con el anuncio por parte de la presidenta Dilma Rouseeff de que se ha decidido licitar la concesión de nuevas terminales antes de que acabe 2013, entre ellas la de Galeao, en Río de Janeiro, y la de Confins, en la ciudad de Belo Horizonte.
Galeão, en Río, es el quinto en importancia de toda Latinoamérica y mueve cada año 17 millones de pasajeros, mientras que el Belo Horizonte-Confins tiene capacidad para 5 millones de pasajeros al año y la mayoría de sus rutas son internas, aunque también opera en conexiones internacionales con Buenos Aires, Panamá, Miami y Lisboa.
Las inversiones conjuntas que requerirá la modernización de ambas infraestructuras se estiman en torno a los 4.500 millones, según los estudios que maneja la Administración brasileña. En ambas licitaciones ya han manifestado interés grandes empresas del sector de diversos países, Aena, que gestiona 47 aeropuertos en España y 26 en otros países, está buscando contactos para forjar una alianza con un socio local capaz de abrir puertas y formalizar una oferta que triunfe y se ha dirigido al respecto a las brasileñas Invepar, Triunfo, UTC Participações y Infravix.
Ambos aeropuertos serán privatizados el 31 de octubre, y el Gobierno brasileño ha modificado tanto el valor mínimo que exigirá por la concesión como el del monto de la inversión a la que tendrán que comprometerse los futuros concesionarios para modernizar las terminales. El consorcio que se adjudique la concesión de 25 años para operar el aeropuerto Galeao de Río tendrá que pagar por la licencia un mínimo de 2.057 millones de dólares y comprometerse a realizar inversiones por 2.522 millones.
La inversión estará destinada a la construcción de 26 nuevos muelles de embarque y a la ampliación del patio para las aeronaves y de los almacenes de carga. El ganador de la subasta por el aeropuerto Confins de Belo Horizonte tendrá que pagar un mínimo de 432,2 millones de dólares por la concesión de 30 años y realizar inversiones por 1.565 millones.