Nueva York. Cinco de los mayores bancos de EEUU pagarán al Gobierno unos 20.000 millones de euros (26.000 millones de dólares) por los abusos hipotecarios cometidos a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria, ha anunciado el Departamento de Justicia. El acuerdo es el más importante sobre compensaciones alcanzado entre las autoridades federales y un sector económico en EEUU tras el negociado en 1998 con la industria tabaquera.
Sin embargo, el acuerdo entre el Gobierno federal , la fiscalía y los cinco bancos en cuestión —Bank of America, JPMorgan Chase, Wells Fargo, Citibank y Ally Bank, antes GMC— no ayudará a que los ex dueños de casas recuperen sus propiedades debido a los embargos, aun cuando hubo dolo por parte de los servicios de préstamos en el proceso de hipotecas. El acuerdo tampoco ayudará a los actuales propietarios de vivienda que se encuentran en apuros económicos o que están severamente atrasados.
El compromiso se ha logrado tras 16 meses de negociaciones y dará un alivio significativo a los propietarios que están en peligro de perder sus casas, al tiempo que contribuirá a dar estabilidad al mercado inmobiliario, aún muy tocado por los efectos de la crisis de 2008.
El banco central de EEUU podría tener que comprar más bonos para apuntalar el mercado de la vivienda, cuyos problemas son el centro de la débil recuperación económica del país, dijo el miércoles un importante funcionario de la Reserva Federal.
“Viendo hacia adelante, aún podríamos necesitar suministrar más política de expansión si la economía pierde impulso o si la inflación se mantiene muy por debajo del dos por ciento”, dijo el presidente de la Fed de San Francisco, John Williams, en comentarios preparados para pronunciarlos en el Bishop Ranch Forum, en las afueras de la ciudad de San Francisco.
“Si eso ocurriera, reiniciar nuestro programa de compras de valores respaldados por hipotecas probablemente sería la mejor manera de darle un impulso a la economía”, dijo.
Williams es el segundo presidente regional de la Fed en hablar de más expansión de política monetaria en una semana mediante la compra de valores respaldados por hipotecas. El presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, dijo el pasado jueves que él sería “agresivo” en ayudar más a la economía con ese tipo de compras. La Fed señala al sector vivienda como clave para la recuperación del país. Más compras de bonos por parte de la Fed representarían una tercera ronda de alivio cuantitativo, una medida controvertida, cuestionada en el país y en el extranjero.