El Ayuntamiento de Barcelona ha finalizado recientemente la construcción de cuatro nuevas promociones de vivienda pública en el distrito de Sant Martí, empleando métodos de construcción industrializados que han permitido acelerar los plazos y reducir el impacto ambiental. Estas viviendas, que suman un total de 151 unidades, forman parte de un esfuerzo más amplio por parte del Instituto Municipal de la Vivienda y la Rehabilitación (IMHAB) para abordar la creciente necesidad de viviendas asequibles en la ciudad. Este enfoque innovador no solo permite reducir los tiempos de construcción, sino que también promueve la sostenibilidad y mejora la seguridad laboral en los procesos de edificación.
La construcción industrializada, utilizada en estos nuevos bloques de viviendas, se basa en la fabricación de componentes estructurales en fábricas especializadas, los cuales son posteriormente ensamblados en el sitio final. Este método, que ha ganado popularidad en el norte de Europa, permite automatizar tanto los procesos de diseño como de producción, lo que resulta en una mayor eficiencia y control sobre los materiales utilizados. Además, al reducir el tiempo necesario para completar las obras, este enfoque ofrece una respuesta rápida a la demanda de viviendas asequibles, algo especialmente relevante en el actual contexto de emergencia habitacional y climática.
Reducción de plazos y emisiones: beneficios de la construcción industrializada
Las cuatro nuevas promociones en Sant Martí son un ejemplo destacado de cómo la construcción industrializada puede transformar el sector de la vivienda pública. Situadas en los barrios de la Verneda y la Pau, y el Besòs y el Maresme, estas viviendas han sido completadas en un tiempo significativamente menor al de las construcciones tradicionales. Mientras que un proyecto convencional podría tardar más de dos años en completarse, estas promociones se finalizaron en aproximadamente un año y medio, gracias al uso de paneles prefabricados y módulos tridimensionales fabricados fuera del sitio de construcción.
Uno de los principales beneficios de este método es la reducción de emisiones de CO2, un objetivo clave en el contexto de la emergencia climática. Según los datos proporcionados por el IMHAB, la utilización de técnicas industrializadas ha permitido disminuir las emisiones en un 30 % en comparación con las técnicas de construcción tradicionales. Este ahorro es equivalente a las emisiones que se espera que generen los futuros habitantes de estas viviendas durante un periodo de 50 años. En concreto, tres de las cuatro promociones han sido construidas utilizando paneles de madera laminada CLT (Cross Laminated Timber), un material sostenible que proviene de bosques gestionados de manera responsable. Este material no solo contribuye a la reducción de emisiones, sino que también mejora la eficiencia energética de los edificios.
La cuarta promoción, ubicada en la calle Marruecos, ha seguido un enfoque diferente al utilizar módulos tridimensionales prefabricados. Cada módulo, que incluye elementos como muebles de cocina, baños y ventanas, fue producido y equipado en fábrica antes de ser ensamblado en el sitio. Este enfoque no solo permite un mayor control sobre la calidad de los materiales, sino que también reduce los residuos generados durante la construcción y disminuye las molestias para los residentes cercanos, como el ruido y el polvo.
Innovación en la construcción: colaboración entre arquitectos y constructoras
La finalización de estas promociones marca un hito en la evolución de la construcción de viviendas públicas en Barcelona, destacando la importancia de la colaboración entre arquitectos y constructoras desde las primeras etapas del proyecto. A diferencia de los procesos tradicionales, en los que el diseño arquitectónico y la ejecución de la obra se licitan por separado, en este caso se optó por una contratación conjunta. Esta modalidad, que permite a los equipos de arquitectura y a las constructoras trabajar en estrecha colaboración desde el inicio, ha resultado ser fundamental para la implementación exitosa de los métodos industrializados.
La contratación conjunta no solo ha facilitado la integración de técnicas innovadoras en el proceso constructivo, sino que también ha contribuido a reducir los plazos administrativos, acortando en un 35 % el tiempo total del proyecto. Este enfoque ha sido posible gracias a la normativa de contratación pública, que, en situaciones excepcionales como la actual emergencia habitacional y climática, permite la licitación conjunta de proyectos y obras. El resultado es un modelo más ágil y eficiente, que fomenta la innovación y mejora la capacidad de respuesta del sector de la construcción ante los desafíos actuales.
Los arquitectos y empresas constructoras involucradas en estas promociones han logrado diseñar y levantar edificios que no solo cumplen con los altos estándares de sostenibilidad y eficiencia, sino que también responden a la urgente necesidad de vivienda asequible en la ciudad. La promoción en la calle Binéfar, por ejemplo, fue desarrollada por Coma Arquitectura SLP y Martí Sanz Ausàs, en colaboración con la constructora GrupMas, con una inversión de 3,7 millones de euros. De manera similar, otras promociones como las de Lola Iturbe y Pallars han sido el resultado de exitosas colaboraciones entre destacados equipos de arquitectos y constructoras.
Estas promociones en Sant Martí representan solo una parte de un esfuerzo mayor por parte del Ayuntamiento de Barcelona para impulsar la construcción industrializada. En total, el IMHAB ha promovido 381 viviendas en nueve proyectos diferentes utilizando estos métodos innovadores. Este enfoque no solo está transformando el paisaje urbano de Barcelona, sino que también está estableciendo un nuevo estándar para la construcción de viviendas públicas en España.