Madrid. O encuentran otro nicho de empleo o la regresión en la construcción de viviendas nuevas provocará que otros 915.000 empleados del sector inmobiliario engrosen las listas del paro entre 2010 y 2011. El nuevo Pulsómetro Inmobiliario del Instituto de Práctica Empresarial (IPE) ha echado las cuentas. Ha sido poco más de 210.000 las viviendas terminadas y apenas 20.000 las iniciadas, con lo que si se fija que, de forma directa o indirecta, cada vivienda emplea a casi cinco trabajadores, una sencilla multiplicación establece que 915.000 empleados quedarán fuera del mercado laboral, situando la fuerza laboral del sector en torno a los 3,5 millones de trabajadores.
Al margen de esta cruda realidad, en el informe elaborado por José Antonio Pérez, profesor de la cátedra inmobiliaria del IPE, se deja entrever que el ajuste del sector ha tocado fondo o está a punto de hacerlo, aunque la demanda de viviendas nuevas todavía resulta insuficiente para impulsar la promoción de obra nueva, con lo que la cobertura de esa demanda resultará suficiente con unos 300.000 inmuebles procedentes de los excedentes existentes en manos de entidades financieras y promotores.
De cubrirse la demanda en esa cuantía, el ‘stock’ inmobiliario acumulado de viviendas sin vender estaría a finales de 2011 en unas 475.000 unidades, un 40% menos respecto a 2009. En este sentido, y para evitar una falta de oferta a partir de 2012, sería necesario el desarrollo de nuevos proyectos “en determinadas zonas y para diseños específicos”.
En cuanto se refiere a los precios, el informe cree ver también un ajuste prácticamente realizado, e incluso pueden subir algo en 2011, aunque determinar su cuantía estará determinado por la evolución de los tipos de interés que el estudio del IPE cree que pueden volver a situarse en los niveles del 3% previo al estallido de la burbuja.
Un incremento de tipos que volvería a subir los importes medios de los créditos hipotecarios en 2011, y con ellos también el número de años de amortización, que se situaría en los 29, dos más que en 2009.