Barcelona. El director de la Agencia de la Vivienda de Cataluña de la Generalidad, Jaume Fornt, ha inaugurado la jornada ‘Mediación hipotecaria, una solución ante el riesgo de exclusión residencial’, con una conferencia en la que ha expuesto el trabajo llevado a cabo desde enero 2010 por Ofideute, primer servicio de mediación entre particulares y entidades financieras creado para paliar los efectos de la crisis en el ámbito de la vivienda y evitar la exclusión social por motivo residencial.
Los resultados obtenidos en estos dos años de funcionamiento del Ofideute son muy positivos. Se han atendido 1.045 familias y se han iniciado 732 procesos de mediación. De las mediaciones iniciadas, un 43% de los casos se ha resuelto con una solución pactada que ha evitado el desahucio, un 23% de los casos se encuentra en trámite, y sólo en un 34% de las mediaciones se ha cerrado el caso sin poder llegar a ningún acuerdo con la entidad financiera. Es decir, que 2 de cada 3 mediaciones cerradas por Ofideute han conseguido con acuerdo. Hay que tener en cuenta que desde que se iniciar el programa en 2010 los casos que ha acogido el Ofideute han multiplicado por cuatro. Así pues, el año 2010 se atendieron 206 familias y durante el 2011 se han atendido 839.
La jornada ha contado con la participación de expertos en la materia. Sergio Nasarre, catedrático de Derecho de la Universidad Rovira i Virgili, ha ofrecido una conferencia hablando sobre la responsabilidad hipotecaria y la crisis del sobreendeudamiento. En su exposición indicó que la crisis española se ve agravada por algunas particularidades que sólo se han producido en nuestro mercado: una regulación muy deficiente del mercado hipotecario, una normativa de ejecución hipotecaria muy expeditiva y una muy deficiente protección de los consumidores. Esto ha desembocado en el sobreendeudamiento de muchas familias y su desprotección.
Las causas de este sobreendeudamiento las podemos encontrar, según Nasarre, tanto en las malas prácticas bancarias como en la falta de autoresponsabilidad de algunos consumidores. Nasarre ha apostado por la mediación como una solución inmediata para los problemas actuales de familias sobreendeudadas y con problemas inminentes para hacer frente, pero ha manifestado que hay que apostar por un mayor control del mercado hipotecario, favorecer las medidas de protección de los consumidores y buscar nuevas fórmulas alternativas al acceso a la vivienda intermedias entre la propiedad y el alquiler.
Por su parte, Isabel Viola, profesora de Derecho de la Universidad de Barcelona, abordó la mediación como una herramienta para gestionar los conflictos derivados del impago de los préstamos hipotecarios. Indicó las ventajas que supone la mediación, ya que se trata de un procedimiento flexible, que apuesta por una mayor implicación de las partes y que produce un gran efecto de cumplimiento de los acuerdos. Así pues, la mediación es una herramienta muy eficaz para buscar opciones a los problemas hipotecarios que tienen actualmente muchas familias.
También intervinieron representantes de otras entidades que también cuentan con servicios destinados a mediar entre ciudadanos y entidades financieras, quienes coincidieron en la importancia de dar a conocer a los ciudadanos los servicios de mediación que tienen a su alcance para que acudan, tan pronto como sea posible, y en la importancia de implicar a los bancos para llegar a soluciones pactadas que eviten los desahucios y los problemas de exclusión que generan.
La clausura de la Jornada corrió a cargo del secretario de Vivienda y Mejora Urbana, Carles Sala, quien destacaba que hay que emprender medidas correctoras en el ámbito estatal, catalán y local. A nivel estatal es necesaria una reforma urgente de la ley concursal o una nueva ley que aborde el sobreendeudamiento y permita a las familias poner el contador a cero, para evitar las situaciones que se dan ahora de pérdida de la vivienda y endeudamiento añadido. También es necesaria una reforma del Reglamento Hipotecario para que la vía de ejecución notarial se asimile a la vía judicial y, en tercera subasta, se fije un 60% mínimo de valor de precio de tasación (como ocurre en las ejecuciones judiciales). La subasta notarial deja desprotegidos a los usuarios y no les permite disfrutar de la justicia gratuita.
En el ámbito catalán se está trabajando, a través del Departamento de Justicia, para conseguir una modificación en la legislación de consumo que dé mayor transparencia y evite los abusos contractuales. También se quiere llegar a un convenio con las entidades financieras para conseguir que los bancos ofrezcan mediación en todos los casos, antes de cualquier ejecución hipotecaria.
En el ámbito local se quiere llegar a establecer un protocolo de colaboración para que los servicios de mediación hipotecaria de la Generalitat (Ofideute) y los que están empezando a tener algunos ayuntamientos, actúen siguiendo un protocolo de actuación común que evite la dispersión y sume esfuerzos a la hora de mediar con las entidades bancarias.