El sector inmobiliario vuelve a tener la semana que viene su principal cita anual, con la celebración de una nueva edición, la decimosexta, del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA). En esta ocasión, como desde hace año y medio, la Sociedad Gestora de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) estará en boca de todos, para lo bueno y para lo malo. No en vano maneja una cartera de activos valorada en aproximadamente 40.000 millones de euros y es una fuente principal de información para los inversores extranjeros interesados en invertir en España.
Pero será el gran ausente. A la vista de los resultados cosechados en su aparición en la edición otoñal, celebrada el pasado mes de noviembre, sus responsables han decidido no hacer acto de presencia. Solo estarán algunas de sus viviendas a través de las carteras de empresas intermediarias.
Los bancos, los otros grandes tenedores de activos, también se dejarán notar en esta edición del SIMA. Aunque ninguna de las tres plataformas de Santander, CaixaBank y Bankia (Altamira, Servihabitat o Bankia Habitat) –cuya gestión ha sido parcial o totalmente cedida a fondos de inversión– figura entre los expositores, sí estarán presentes Aliseda, cuyo 51% el Popular también traspasó al tándem Kennedy Wilson y Värde Partners, así como Solvia y Anida, las filiales de Sabadell y BBVA, respectivamente, y Kutxabank Inmobiliaria.
También lo hará Centerbridge, el primero de los fondos que introdujo los special servicers en España en 2012, cuando compró a Banesto la empresa Aktua, la misma que acaba de adquirir Ingare, la filial inmobiliaria de Banco Mare Nostrum (BMN). Será a través de un stand del portal casaktua.com.
La oferta residencial queda limitada a la que ofrecen la mitad de los 102 expositores que han reservado espacio en el pabellón 6. Viviendas situadas en 60 localidades de 13 provincias, en un 90% están situadas en las comunidades de Madrid y Valencia.
Andalucía reduce su presencia a algunas promociones en la malagueña Costa del Sol, y se echarán en falta las provenientes tanto de Cataluña como de ambos archipiélagos, Baleares y Canarias. Como en el caso de la Sareb, solo se contará con alguna vivienda en estas zonas si las llevan las empresas intermediarias en sus carteras.
Tanto en Madrid capital como en el resto de localidades de la Comunidad, el grueso de la oferta pasa por productos llave en mano y, en menor medida, procedentes de obra en curso o sobre plano.