Madrid. Hace tan solo unos días, tras reunirse con el Rey en Palma de Mallorca, el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, nos comunicaba una nueva ‘marcha atrás’ en sus decisiones políticas. Primero nos anunció un recorte sin precedentes de las inversiones en infraestructuras –cancelaba y retrasaba proyectos de obra pública por valor de casi 10.000 millones de euros para reforzar la consolidación fiscal- y ‘ahora’ nos comunica que ‘recuperará’ alguna de esas inversiones.
«En 10 ó 15 días podremos dar alguna noticia positiva en cuanto a la recuperación de acciones inversoras en materia de infraestructuras, que afectará a la mayoría de las comunidades y supondrá un alivio, un empujón importante para las empresas constructoras», ha declarado sin parpadear el presidente del Gobierno en el mismo tono ‘solemne’ de siempre. No sin antes recordarnos que la austeridad sigue siendo una de sus prioridades.
Y las reacciones de los mercados y de los inversores -también la de los expertos- han sido muy negativas contemplando con estupor esta nueva falta de rigor de Rodríguez Zapatero, que lo han «castigado» con un incremento de la prima de riesgo española hasta los 164 puntos, el nivel más alto desde mediados de julio.
Así, el catedrático de Estructura Económica de la Universidad de Alcalá de Henares y ex presidente del Banco Hipotecario Antonio Torrero Mañas que ha acusado al presidente del Gobierno de gobernar a golpe de «ocurrencias», en una conferencia en Santander, dentro de los cursos de verano de la Universidad Católica de Valencia ‘San Vicente Mártir’.
Zapatero nos tiene acostumbrado a decir una cosa hoy y a las tres semanas la contraria, tiene ocurrencias continuas que generan desconfianza en los mercados financieros, cuando en opinión de la mayoría de expertos la única salida a la crisis económica en España pasa por recuperar la confianza de los mercados financieros.