Valencia. El Ayuntamiento de Cullera ha aprobado en un pleno extraordinario el Programa de Actuación Integrada de la Vega (PAI de la Bega-Port, más conocido como ‘el Manhattan de Cullera’), un proyecto urbanístico sobre 610.000 metros cuadrados que contempla la construcción de 33 torres de hasta 25 alturas y dos hoteles de 40 pisos, además de dos colegios, un puerto, un aparcamiento, un palacio de congresos, un auditorio y zonas verdes, en la zona situada en la desembocadura del río Júcar.
El alcalde popular de Cullera, Ernesto Sanjuán, ha anunciado que en los próximos meses se llevará a cabo la reparcelación y la valoración de las parcelas resultantes por por parte de una empresa tasadora independiente.
Los propietarios podrán pagar los costes de urbanización, que ascienden a 92 millones de euros, con dinero o mediante la entrega de terrenos. La urbanización la llevará a cabo el propio Ayuntamiento de Cullera a través de la empresa pública Emucsa.
Aunque la crisis del sector inmobiliario aún no ha sido superada falta de menos de un año para las elecciones locales. Y esa puede ser una buena razón para la aprobación del PAI de la Vega.
El plan comenzó su andadura en 2005 y contó en sus primeros planteamientos con la oposición de los socialistas y de la Delegación del Gobierno en la región. Más tarde, fue corregido en diversas ocasiones hasta recibir el visto bueno de la Comisión de Territorio y Vivienda de la Generalitat Valenciana y, ahora, del propio consistorio, con los votos a favor del PP, la abstención de los socialistas y un voto en contra de Alternativa Progresista de Cullera.