España se posiciona como uno de los destinos preferidos para los inversores inmobiliarios del este de Europa, con especial protagonismo de Polonia. Según Coldwell Banker, el interés por adquirir vivienda en zonas costeras como Cataluña, la Comunidad Valenciana, Mallorca o la Costa del Sol ha crecido de forma notable. Estos compradores valoran la estabilidad, el clima y la calidad de vida como factores clave para invertir o fijar una segunda residencia, impulsando así la actividad de agencias con presencia internacional.
El perfil más frecuente es el de empresarios o profesionales liberales que buscan propiedades de obra nueva, especialmente con vistas al mar. Este fenómeno no solo implica compradores particulares, sino también inversores en promoción inmobiliaria y tecnología. El mercado español refuerza así su atractivo como refugio económico y residencial en un contexto geopolítico incierto, consolidando a firmas como Coldwell Banker como referentes en la intermediación inmobiliaria global.
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España se ha convertido en el destino preferido de los inversores inmobiliarios de países del este de Europa. Tras 35 años de desarrollo industrial y económico estos países, liderados por Polonia, comienzan a tener un número elevado de potenciales compradores de vivienda con alto poder adquisitivo que ven en España el destino perfecto. Coldwell Banker ha detectado esta llegada masiva en los últimos años coincidiendo con el conflicto bélico en Ucrania.
“Observamos dos tipos de compradores”, explica Artur Stabinski, socio director de Coldwell Banker Anteris en Barcelona. “El más habitual tiene entre 45 y 65 años, es empresario o representante de una profesión liberal y, por lo general, ya tiene hijos mayores. El segundo perfil lo dibujan compradores de muy alto poder adquisitivo”, explica el polaco. Mientras para el primero, lo más habitual es buscar una vivienda de uso esporádico y como inversión a largo plazo en Barcelona o en la costa catalana; para el segundo su primer destino es Mallorca, la Costa del Sol y también Cataluña o Valencia. En Cataluña, además de la capital, cada vez hay más compradores que escogen Castelldefels o Gavá Mar para adquirir una vivienda de lujo en una zona costera pero cercana a una gran ciudad como es Barcelona.
“España les parece una zona segura, alejada de conflictos bélicos, y que garantiza el mantenimiento del valor de la inversión. No esperan grandes rentabilidades ni plusvalías, sino que su objetivo principal es diversificar y tener una vivienda en un país con buen clima y alta calidad de vida”, señala Stabinski. “La guerra en Ucrania y la incertidumbre sobre la política rusa son temas muy presentes en Polonia, y muchos clientes buscan un «refugio» o incluso un lugar donde huir en caso de que el conflicto se extienda a otros países de la región”, añade el experto al recordar que hay otra razón histórica y económica: “tras el colapso del régimen comunista hace 35 años, el país emprendió un camino hacia la economía libre y muchos de los empresarios que fundaron sus empresas en los años 90 hoy tienen entre 60 y 65 años y empiezan a jubilarse y a disfrutar de su buena situación económica, eligiendo España como el mejor destino para ello”.
También la nueva clase media polaca tiene salarios comparables con los del resto de Europa, lo que les permite acceder a una segunda residencia en España. El salario medio en Polonia se ha multiplicado por diez en los últimos 30 años y es un país con la tasa de desempleo más baja del continente (por debajo del 3%).
Localizaciones y tipología de propiedad más demandada
Por comunidades autónomas, la Comunidad Valenciana es un líder indiscutible para los compradores polacos, sobre todo por su clima y precios más bajos que en Cataluña, la Costa del Sol o Mallorca. La posibilidad de pasar el invierno con temperaturas cercanas a los 20 grados en la Costa Blanca y la amplia oferta de proyectos de obra nueva son factores muy valorados por los polacos.
El producto estrella (se adjuntan fotografías de ejemplos en tipología y ubicación), en línea con el resto de los extranjeros que compran vivienda en España, son las casas de obra nueva de dos dormitorios. Los polacos valoran mucho las vistas al mar o la proximidad a la playa. El presupuesto depende mucho de la zona y, mientras en Barcelona suelen destinar entre 400.000 y 700.000 euros, hay clientes con presupuestos en torno a los 2-3 millones de euros. “Hay casos excepcionales de clientes HNVI (high net worth individual) que buscan mansiones de lujo, sobre todo en Mallorca, la Costa del Sol, algunas zonas de la Costa Blanca o Barcelona”, indica François Carriere, CEO de Coldwell Banker para España y Andorra.
“Además de clientes particulares, cada vez hay más inversores de esta zona de Europa que invierten en empresas tecnológicas en España e incluso se atreven a entrar en el muy competitivo mercado de la promoción inmobiliaria”, apostilla Carriere.
“Si las condiciones socioeconómicas se mantienen estables y España sigue consolidándose como destino seguro y atractivo, esta llegada de inversores polacos se mantendrá”, asegura Stabinski al añadir que además de Polonia, también se observa “un incremento de clientes de Rumania, Hungría, Lituania, y, por razones obvias, Ucrania”. España ofrece a estos compradores factores muy atractivo como el clima, nivel de vida, seguridad, infraestructuras y posibilidades de crecimiento empresarial fuera de su país.