Madrid. El peor trimestre de Madrid en lo que a absorción de oficinas se refiere ha coincidido, durante el primer trimestre del año 2012, con un incremento de la superficie alquilada en Barcelona de casi el 12%, con casi 54.000 metros cuadrados. Es la tercera vez que esta situación en la historia.
La circunstancia se ha dado no tanto por el repunte de la Ciudad Condal, sino, sobre todo al hecho de que la capital solo fue capaz de absorber algo menos de 52.000 metros cuadrados, con un retroceso trimestral de 33% y del 22% interanual. Los datos retrotraen los niveles de negocio hasta los registrados hace tres años.
El dato resulta todavía más preocupante si se tiene en cuenta que, en las dos ocasiones anteriores en que esta situación se dio, la cuantía de los metros disponibles era muy inferior.
La puesta sobre la mesa de este asunto, tras un informe presentado por la consultora CB Richard Ellis, fue una de las cuestiones más comentadas durante la jornada informativa previa a la celebración del Barcelona Meeting Point.
Entre las razones de este descenso de las nuevas contrataciones de las oficinas en Madrid se observa la racionalización de los espacios que están llevando a cabo las empresas, a consecuencia de las continuas reducciones en sus plantillas, y una cada vez más escasa implantación de nuevas actividades.
El aumento de la absorción en Barcelona ha venido acompañado de un nuevo reajuste, llegando a un punto de convergencia entre oferta y demanda para cerrar operaciones. En cuanto a la inversión, el mercado de Barcelona, tradicionalmente más estable, es el preferido por los inversores ‘core’, mientras que los oportunistas se centran en mercados más volátiles como Madrid, donde las recuperaciones de renta y la absorción suelen ser más rápidas y agresivas una vez se alcanzan niveles de crecimiento económico superiores al 2,5% sobre PIB.
En lo que va de año las únicas operaciones de inversión realizadas en Barcelona han sido llevadas a cabo por ‘family offices’ nacionales, como sucedió con la compra a Testa, por parte de Pontegadea –brazo inversor de Amancio Ortega, fundador de Inditex –, del edificio de paseo de Gracia, o el adquirido por el grupo Bancalé a la Generalitat de Catalunya.