Casi una década después de que se aprobara el plan para urbanizar la zona de Casernes, en los solares que dejaron vacantes los antiguos Cuarteles de Sant Andreu, las reclamaciones de los vecinos no ha caído en saco.
Aunque hace cuatro años que debían estar terminadas las mil viviendas protegidas previstas, así como una docena de equipamientos, de los que sólo se han acabado tres, será a partir de ahora cuando se reactive el proyecto, tras el acuerdo al que han llegado el Consorcio de la Zona Franca y el Ayuntamiento de Barcelona.
El Consorcio cederá al Ayuntamiento 4 fincas de equipamientos y de viviendas de protección oficial. Y, a cambio, el consistorio asumirá el coste de 13 millones de euros de las obras de urbanización.
En las fincas para equipamientos que se ceden al municipio, está previsto que se construya un edificio de viviendas de dotación para personas mayores (parque de las Casernes – vial verde), un centro cívico y otro edificio de viviendas para personas mayores, una escola bressol y un edificio de viviendas de dotación y otro edificio administrativo.
Además de los 18 millones de euros destinados a la construcción de equipamientos y de viviendas en Sant Andreu, el Consorcio también destinará 8 millones a pisos de protección oficial en el barrio de la Marina, en la Zona Franca, donde se procederá a la cesión de 44 viviendas de protección oficial.
Durante todos estos años, el Consorcio de la Zona Franca (CZF), propietario del solar que ocupaban los antiguos cuarteles, de más de 100.000 metros cuadrados, ha dado permiso para diferentes usos temporales, como los desfiles militares de la Hermandad de antiguos caballeros legionarios.
El pacto recoge también la aprobación del presupuesto del Consorcio de Zona Franca para 2016, que estima invertir 38 millones de euros. Un total de 26 millones del presupuesto irán destinados a los proyectos inmobiliarios en los cuarteles de Sant Andreu (18,6 millones) y en la promoción de vivienda pública en el barrio de La Marina (7,9 millones).
El Consorcio cuenta con 1.870 viviendas programadas en terrenos de su propiedad en el barrio de La Marina (1.390) y en los antiguos carteles de Sant Andreu (480), de los cuales, 760 tienen la calificación de protección social.