Madrid. Con su fundador y presidente, Amancio Ortega, subiendo escalones en la ‘lista Forbes’ – la de los personajes más acaudalados del mundo–, ya por delante del financiero Warren Buffet, Zara, la enseña franquicia del Grupo Inditex, sigue dando pasos para atornillar el mercado asiático, el que mayor potencial de crecimiento está demostrando en los últimos años tras la mella que la crisis está haciendo en Estados Unidos y, sobre todo, en Europa.
Y, como siempre, sus comerciales inmobiliarios a la que salta en busca de quedarse con los mejores emplazamientos en las principales ciudades. En esta ocasión, como recientemente había sucedido en Madrid y Nueva York, no ha sido una compra de esas que Inditex suele pagar en efectivo, dejando al resto de pretendientes con la boca abierta, pero el efecto incluso ha sido mayor, ya que el perjudicado por la operación ha sido su principal rival en la distribución de moda, los suecos de H&M.
Si tú no puedes pagar, yo sí, ha sido el mensaje que el grupo presidido por Ortega para hacerse con la mejor tienda de su rival en una plaza tan emblemática como Hong Kong, para ubicar el principal establecimiento de Zara en esta capital asiática. Han aprovechado así el hecho de que los suecos hayan considerado excesivo pagar una renta mensual de 1,15 millones de euros.
No cabe duda de que se trata de un precio alto para un local de menos de 2.800 metros cuadrados, pero el tiempo dirá si a medio plazo las ventas dan o quitan la razón al Grupo Inditex, que ha buscado con la operación, además de ganar una batalla comercial en la pugna con su principal rival, atornillar la presencia en un mercado como el asiático donde en 2011 vio aumentar el número de sus proveedores en casi un 25%, hasta los 1.337.