Madrid. Las operaciones en el segmento industrial y logístico en la Comunidad de Madrid intentan abrirse camino a pesar de las dificultades. Existen suelos finalistas, pero los proyectos de nuevo cuño están parados, en unos casos, o requieren de demoliciones para su puesta al día, en otros. Y, además las entidades financiera siguen sin ofrecer un precio lo suficientemente barato como para que la inversión en suelo atraiga el interés de los potenciales compradores, según estima la consultora Jones Lang Lasalle en su último informe sobre el sector.
No obstante, se abre una vía de negocio a través de la reubicación de compañías que “o bien se encuentran sobredimensionadas, o bien aprovechan la coyuntura para mejorar en sus localizaciones a precios muy competitivos”, comenta Antonio Moreno, director de Industrial y Logística de Aguirre Newman.
En este sentido, se han cerrado en las últimas semanas algunas operaciones, tanto en venta como en alquiler. Como esos 1.400 metros cuadrados arrendados por Valportillo Motor para ubicar sus nuevas instalaciones en el polígono de Alcobendas. O los dos módulos alquilados por Iosa Inmuebles a la multinacional italiana Abet Laminati en el parque logístico Logisarea de Coslada, con un total de 2.430 metros cuadrados. También asesorada por la consultora Tasinsa, la empresa Aerzen Ibérica ha arrendado algo más de 2.000 metros en el polígono industrial Los Olivos, en Getafe.
En cuanto a compras se refiere, dos inversores privados han adquirido sendas naves en el Área Empresarial de Andalucía, también en Getafe. Uno de los inmuebles se encuentra arrendado por Ferrovial Servicios y el otro por la Comunidad de Madrid.
De cara al próximo ejercicio, Jones Lang Lasalle no espera la entrada de nueva oferta. “Todo proyecto nuevo será ‘llave en mano’, pero muy puntualmente y en casos singulares donde la oferta disponible no cumpla con los mínimos requerimientos exigidos o como consecuencia de concentrar varios centros en una misma localización estratégica a precios hace tiempo impensables”, argumentan desde la consultora.
Con todo, no se estima que esa tasa de disponibilidad, estancada en torno al 15% desde hace dos años, sufra variaciones sustanciales a corto y medio plazo, salvo que el precio del suelo baje y provoque un descenso de las rentas. Si no, proseguirá la misma dinámica, de absorción escasa y continua liberación de naves a pesar de la ausencia de nuevos desarrollos.