Madrid. Potenciar el transporte público mediante el refuerzo de la intermodalidad de la red; introducir la tecnología en el reparto de mercancías de la ciudad; adoptar medidas ante situaciones de continuada estabilidad atmosférica que deriven en el aumento de los niveles de contaminantes; y seguir incentivando la colaboración entre el sector público y la iniciativa privada. Estos son los cuatro “nuevos retos de la movilidad urbana” que ha presentado el delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Antonio De Guindos, en la inauguración del curso ‘El futuro de la movilidad en un nuevo contexto de desarrollo’, que se ha celebrado en la localidad madrileña de Aranjuez.
La Ciudad Madrid tiene más de tres millones de habitantes y casi 5 millones de personas diarias de población flotante “ue necesitan desplazarse por la ciudad y que, en esa actividad, generan cientos de miles de movimientos diarios en todo tipo de medios de transporte, tanto públicos como privados”, señaló De Guindos que añadió que “la movilidad es un asunto de importancia mayor porque impulsa y refleja la actividad económica de una ciudad”.
Para De Guindos la apuesta por la movilidad sostenible “pasa por incrementar la intermodalidad y la integración de toda la red de transporte público colectivo con la convivencia de autobuses urbanos e interurbanos, Metro, cercanías, taxis, peatones y ciclistas”. A estos medios hay que añadir los aparcamientos disuasorios para evitar la entrada del vehículo privado al centro de la ciudad y un billete válido que favorece los transbordos entre líneas regulares de autobuses urbanos.
El Ayuntamiento, en sus nuevos retos de movilidad, tiene previsto introducir sensores en las plazas de carga y descarga para controlar electrónicamente si están ocupadas o vacías. De esta forma se incide en la eficiencia del reparto de mercancías en Madrid, “porque, mediante un sistema integrado con los operadores logísticos, el Ayuntamiento recogería todas las peticiones que hubiera de carga y descarga y las distribuiría de una manera equitativa entre aquellas plazas en las que los sensores nos informaran que están sin ocupar”, señaló De Guindos. El delegado afirmó que a los operadores de logística les ha parecido una idea interesante y “han mostrado su disposición a pagar por este servicio, con tal de asegurarse que tienen una plaza reservada para hacer el reparto o la carga de mercancía”.
La Ciudad de Madrid trabaja en la elaboración de un índice objetivo de las condiciones de estabilidad atmosférica que, una vez fijado, debería activarse un protocolo de actuación “ligado fundamentalmente a medidas de restricción del tráfico”, para anticipar situaciones de alta contaminación. De Guindos añadió que se ha ofrecido una línea de colaboración a todos los grupos políticos que componen el Pleno Municipal “para definir el grado y el tipo de medidas (especialmente de restricción de tráfico) que podrían ir asociadas a unas determinadas condiciones de estabilidad atmosférica, previamente definidas de forma objetiva”.
De esta forma se creará un protocolo de decisión y actuación automatizado y eficaz. “Automatizado -dijo- por estar basado en un índice objetivo que sirva de base para la aplicación instantánea de unas medidas previamente acordadas y definidas en función de los determinados valores que alcance dicho índice. Y eficaz porque la repercusión en la calidad del aire de las medidas protocolizadas haya sido estudiada previamente”.