Madrid. “En el anterior ciclo de crecimiento económico, el sector financiero español generó un exceso de capacidad en la red de oficinas y de exposición al sector de la construcción residencial, que han conducido a su necesaria reestructuración”, ha dicho el ministro de Fomento, José Blanco, en el acto de clausura del X Encuentro Financiero Internacional organizado por Caja Madrid y el diario El País.
No obstante quiso reconocer el titular de Fomento el escaso eco de la banca española a la comercialización de productos altamente vulnerables. “Nuestra banca practicaba, y sigue practicando, un modelo de negocio minorista y próximo al cliente que, con el paso del tiempo, ha demostrado ser un activo enormemente valioso.
Como enseñanza de lo ocurrido, Blanco reconoció una realidad, la de que “los mercados financieros no pueden controlarse solos, pero tampoco pueden ser controlados individualmente por los Estados”, por lo que ahora “la cooperación y el multilateralismo” se convierten en elementos imprescindibles para el funcionamiento del mundo del siglo XXI.
De cara al futuro, la transformación del modelo productivo pasa, a juicio por “dar forma a una nueva arquitectura, más avanzada, más estable y más productiva” para que el “enriquecimiento fácil” deje paso a un mayor protagonismo de la competitividad y el crecimiento productivo. Un cambio que pasa “no sólo por producir servicios y bienes nuevos, sino por hacer mejor lo que ya sabemos hacer. Sólo produciendo mejor podremos llegar a los mercados en expansión”, apuntó.
Un cambio necesario “porque la construcción residencial, aunque debe ser un sector fuerte y competitivo, nunca más va a generar la cantidad de empleo que fue capaz de crear en el pasado”, afirmó. En este sentido, recordó que el hecho de que “la economía verde genere un millón de empleos en los próximos 10 años, no es un pronóstico, ni un deseo, sino un imperativo económico y medioambiental para nuestro país”.