Hace cuatro años, en uno de esos sesudos informes que publica acerca del mercado inmobiliario en Madrid, la consultora Foro aseguraba que en distritos como Fuencarral-El Pardo, Usera o Chamartín la demanda ya superaba a la oferta, y que, por tanto, de no iniciarse nuevas promociones, en 2012 la obra nueva comenzaría a agotarse. Evidentemente, no fue así.
También se daba por hecho de que, ya entonces, el ‘stock’ se había liquidado sin salir vivienda nueva. Y que existían en la capital 376 promociones con viviendas en venta directa, un 16% menos con respecto a 2007. De esa manera, solo quedaban apenas 5.000 viviendas por vender.
Cuatro años después, un informe similar vuelve a llegar a las mismas conclusiones. Que si no se desarrolla más suelo urbanizable de dónde tirar en el futuro, antes de que acabe 2015 ya no habría casi nada por vender y, en dos años, nada de nada. Así que la conclusión cae por su propio peso. Suelo, suelo y más suelo.
El problema, que no recoge este informe de Foro Consultores, es que eso, desarrollar los terrenos, cuesta un ojo de la cara. El que nadie, o casi nadie, está dispuesto a asumir. Ni fondos, ni bancos ni, por supuesto, los promotores.
Poniendo números a la cosa, dice Foro que quedan por vender 1.770 pisos nuevos. Casi 800 libres y unos 1.000 bajo algún tipo de protección. Y que están repartidos en un centenar de promociones que, en un principio, contaban con una oferta sobre plano de 8.000 pisos.
El informe deja otras ‘perlas’. Alguna de ellas que entra en contradicción con las nuevas tipologías familiares, más reducidas y con uno o dos miembros, al señalar que en las nuevas promociones se está yendo a ofrecer viviendas de mayor tamaño, de tres o más dormitorios.
Por lo que a precios se refiere, la vivienda libre estaría en una media de casi 2.200 euros por metro cuadrado, y la protegida en algo más de 1.500 euros, lo que se sustancia en unos precios absolutos que, para la vivienda libre, se moverían en mínimo de 75.000 euros y unos máximos de 657.000 euros, y que, en el caso de la protegida, presentaría márgenes que partirían de unos precios inferiores a 40.000 euros para llegar a unos máximos de casi 400.000 euros, en el caso de viviendas protegidas de precio limitado.
Hace cuatro años, en uno de esos sesudos informes que publica acerca del mercado inmobiliario en Madrid, la consultora Foro aseguraba que en distritos como Fuencarral-El Pardo, Usera o Chamartín la demanda ya superaba a la oferta, y que, por tanto, de no iniciarse nuevas promociones, en 2012 la obra nueva comenzaría a agotarse. Evidentemente, no fue así.
También se daba por hecho de que, ya entonces, el ‘stock’ se había liquidado sin salir vivienda nueva. Y que existían en la capital 376 promociones con viviendas en venta directa, un 16% menos con respecto a 2007. De esa manera, solo quedaban apenas 5.000 viviendas por vender.
Cuatro años después, un informe similar vuelve a llegar a las mismas conclusiones. Que si no se desarrolla más suelo urbanizable de dónde tirar en el futuro, antes de que acabe 2015 ya no habría casi nada por vender y, en dos años, nada de nada. Así que la conclusión cae por su propio peso. Suelo, suelo y más suelo.
El problema, que no recoge este informe de Foro Consultores, es que eso, desarrollar los terrenos, cuesta un ojo de la cara. El que nadie, o casi nadie, está dispuesto a asumir. Ni fondos, ni bancos ni, por supuesto, los promotores.
Poniendo números a la cosa, dice Foro que quedan por vender 1.770 pisos nuevos. Casi 800 libres y unos 1.000 bajo algún tipo de protección. Y que están repartidos en un centenar de promociones que, en un principio, contaban con una oferta sobre plano de 8.000 pisos.
El informe deja otras ‘perlas’. Alguna de ellas que entra en contradicción con las nuevas tipologías familiares, más reducidas y con uno o dos miembros, al señalar que en las nuevas promociones se está yendo a ofrecer viviendas de mayor tamaño, de tres o más dormitorios.
Por lo que a precios se refiere, la vivienda libre estaría en una media de casi 2.200 euros por metro cuadrado, y la protegida en algo más de 1.500 euros, lo que se sustancia en unos precios absolutos que, para la vivienda libre, se moverían en mínimo de 75.000 euros y unos máximos de 657.000 euros, y que, en el caso de la protegida, presentaría márgenes que partirían de unos precios inferiores a 40.000 euros para llegar a unos máximos de casi 400.000 euros, en el caso de viviendas protegidas de precio limitado.